"Ruedos, de un Payaso" mimo y clown

Por: Dafne Strobino Niedermaier

El lunes pasado se estrenó, a sala llena, el espectáculo "Ruedos, de un Payaso”, unipersonal del fantástico Agustín Soler, en el Teatro Del Perro en el barrio de Chacarita, con la dirección de Gabriel Páez.
 
“Ruedos, de un payaso” es un espectáculo unipersonal donde se combina el clown, el mimo y el malabar. Donde las palabras las escribe el cuerpo. Desde un lenguaje universal los estados se alteran y modifican mientras avanza la función.
 
Agustín Soler, quien se formó en las técnicas de mimo y clown, tiene un fantástico manejo de su cuerpo, por momentos pareciera que se dividiera en dos personas, creando expresiones increíbles que atrapan al espectador de todas las edades.
 
En los rincones de su hogar el payaso desnuda su alma, mientras pequeñas y delirantes historias se construyen a través del juego constante: un micrófono que no funciona, una silla, globos invisibles, la lectura de un diario, un participante del público y hasta el ritual cotidiano de irse a dormir desencadenan secuencias impensadas.
 
Una obra pensada para toda la familia, donde se deja ver que el mundo interior de un payaso está hecho de silencio, risa y poesía.
 
La música original es de Santiago “Oveja” Blomberg, quien junto a Manuel Katz, la ejecutan en el escenario, transformándose en dos personajes más del espectáculo que crean junto a Soler. La dirección es de Gabriel Páez.
 
Agustín Soler estudió Clown con Gonzalo Rodolico, Julia Muzio, Marcelo Savignione, Leticia Veltrano, Tato Villanueva y Gabriel Páez. También se formó en Mimo en la Escuela de Mimo Escobar & Lerchundi y con Paola Campitelli. Realizó estudios en comedia, improvisación, danza contemporánea y malabares.
 
“Ruedos, de un payaso” se estrenó en 2013 en el MimoTeatro Escobar-Lerchundi y participó en los festivales de Circo en Escena, FestiClown en Primavera y en el Encuentro de Teatristas de Zona Sur.
 
Las funciones son los lunes de octubre y noviembre a las 20.30 hs en el Teatro Del Perro, Bonpland 800, en el barrio de Chacarita. La entrada es a la gorra.