LA PATERNAL

Recuperan una casa donde vivió Maradona

La propiedad que el Club Argentinos Juniors le cedió a Maradona en el 78 fue recuperada por la agrupación De Paternal Vengo para armar un museo sobre los inicios del ex jugador.


La casa está ubicada en Lascano 2257, en el barrio de La Paternal. A cinco cuadras del estadio de Argentinos Juniors. El 19 de octubre de 1978, su inquilino más célebre durmió en ella por primera vez. Estaba a punto de cumplir dieciocho años.
 
Las fotografías de la época demuestran que algunas marcas de identidad de la vivienda siguen intactas. El frente, la puerta, hasta las baldosas oscuras dispuestas en forma de rombos sobre la vereda. También su interior, donde los muebles que usó son los mismos de ahora. Ahora tiene un cartel que dice: “Aquí vivió Diego Maradona”, más abajo, se lee: “La agrupación De Paternal Vengo de Argentinos Juniors recuperó esta casa”.
 
El sábado pasado al mediodía se inauguró lo que será un museo en esa propiedad que el club le cedió al mejor futbolista de la historia. Un lugar al que se invita bajo la consigna de “revivir o conocer los inicios del mejor jugador del mundo”.
 
La información que detalla la reapertura del antiguo hogar del diez dice que “tras años de esfuerzo se logró recuperar y restaurar la casa...” La compró en su momento el abogado y profesor titular de la cátedra Daños en el deporte, de la Facultad de Derecho de la UBA, Alberto Pérez. Un ex dirigente del club durante varios períodos, ahora candidato a presidente y adversario político de Luis Segura, el ex mandamás de Argentinos Juniors que el 3 de diciembre irá por el sillón que ocupó Julio Grondona en la AFA durante 36 años.
 
Las fotos de una nota publicada en el Diario Popular el 19 de noviembre de 1978, muestran a Diego ingresando a Lascano 2257. La felicidad de la mirada se le confunde con su cabellera ensortijada, renegrida. Llave en mano, posa para el reportero gráfico. En otra imagen aparecen junto a Maradona tres personas que ya no están en este mundo. Sus padres, don Diego y doña Tota, más el ex presidente del club de aquella época: el suboficial del ejército Próspero Cónsoli. Un hombre que no hacía nada en la institución sin la venia del genocida Carlos Suárez Mason. El jovencísimo Maradona sonríe con ellos y mira cómo el dirigente extiende su mano derecha con la llave.
 
Pero lo que más llama la atención en la casa es una estatua de Diego. Está hecha a escala natural. Su pie izquierdo se ve apoyado sobre una pelota que semeja un mapamundi donde La Paternal tiene ubicación preferencial. La obra fue descubierta por el ex jugador Jorge Olguín, campeón mundial de 1978 y ex futbolista de Argentinos Juniors. Junto a él estaba Alberto Leone, un socio vitalicio de 90 años.
 
Diego había debutado en Primera casi exactamente dos años antes de aquella primera noche en la casa de Lascano: el 20 de octubre del 76, con quince años y haciendo malabares con la pelota en los entretiempos de los partidos.
 
Vivió hasta fines de 1980 en la casa-museo que se convertirá en un lugar de procesión para los fieles maradonianos. Al año siguiente, lo vendieron a Boca. Los dirigentes de Argentinos Juniors habían conseguido retenerlo casi cuatro años gracias a los fondos de dos empresas estatales: YPF y Austral. Incluso, en 1979, Diego aprovechó un régimen especial mientras cumplía la colimba que le permitió ausentarse de los cuarteles cada vez que el fútbol lo requería. Ese año salió campeón mundial juvenil en Japón.
 
Pérez dice que se identifica como historiador porteño. Recuerda que en 2004, con el aniversario del centenario del club y de La Paternal, y por iniciativa de su esposa Liliana, “un grupo de amigos e hinchas conformamos la Junta de Estudios Históricos de La Paternal y Villa General Mitre”. En paralelo, siguió acunando el sueño de abrir algún día la casa de Diego.
 
En la institución, Hinchas de Argentinos Juniors por la Memoria y la Comisión por la Memoria y la Justicia de La Paternal y Villa Mitre tampoco olvidan a los siete hinchas detenidos-desaparecidos que tiene el club, entre ellos, al cineasta Raymundo Gleyzer y al maestro Américo Marchetti.


COMENTARIOS


UBICACIÓN