NUEVO GOBIERNO

Cambiamos

Mauricio Macri fue electo el nuevo presidente de los argentinos. El gobierno que encabeza viene cargado de interrogantes: será la primera vez que una fuerza que no es el radicalismo o el peronismo gobierna la Argentina.

María Esperanza Casullo

Mauricio Macri fue electo el nuevo presidente de los argentinos. En 14 días asumirá su cargo, acompañado por Gabriela Michetti en la vicepresidencia. El gobierno que encabeza viene cargado de interrogantes: será la primera vez que una fuerza que no es el radicalismo o el peronismo gobierna la Argentina; su anterior experiencia de gobierno se dio en un distrito que es, probablemente, el más fácil de gobernar del país por sus especiales características y por el alto presupuesto per cápita del que disfruta, así como por las transferencias que le realiza la Nación seguridad, salud, infraestructura y transporte. Mauricio Macri asume con grandes ventajas (un país que no está sumido en una crisis económica como en el 89 o en el 99, el manejo de las tres jurisdicciones más grandes y más ricas del país) y también con desventajas (ganó el balotaje por una muy exigua diferencia; estará en amplia desventaja en el Senado y será el primer presidente electo sin mayoría propia en Diputados; su plan económico requiere de una capacidad de manejo de intereses sectoriales y coordinación de expectativas que será difícil de conseguir.) El nuevo presidente anunció su gabinete ayer. Veamos qué pueden decirnos los nombres elegidos.

Primero, el gabinete de Mauricio Macri marca una continuidad con los ocho años de su gobierno en el PRO. Está mayoritariamente compuesto por conjunto de técnicos y personas provenientes del mundo empresario, de las finanzas y de organizaciones de la sociedad civil, más una cuota mayor en esta oportunidad de “políticos”. Tiene una figura central, Marcos Peña, en el que Mauricio Macri delegará seguramente gran parte de la tarea diaria, como hizo con Horacio Rodríguez Larreta. Disciplinariamente, hay un predominio de economistas, ya que lo son Federico Sturzenegger, Alfonso Prat Gay, Rogelio Frigerio, Guillermo Dietrich y Andrés Ibarra, más Carlos Melconian en el Banco Nación. Varios de los nombrados provienen del mundo empresario: Prat Gay hizo su carrera en la banca JP Morgan y es socio de un fondo de inversión; Susana Malcorra, la canciller, era CEO de Telecom Argentina antes de ser jefa de gabinete de Ban Ki Moon en la ONU, Juan José Aranguren era CEO de la petrolera Shell en el país; Guillermo Dietrich manejaba la concesionaria de autos familiar y el coordinador de la estructura económica Gustavo Lopetegui viene de ser el CEO de LAN Argentina.

Primero, el gabinete de Mauricio Macri marca una continuidad con los ocho años de su gobierno en el PRO. Está mayoritariamente compuesto por conjunto de técnicos y personas provenientes del mundo empresario, de las finanzas y de organizaciones de la sociedad civil, más una cuota mayor en esta oportunidad de “políticos”.


Hay tres mujeres: la nueva canciller, Carolina Stanley, en Desarrollo Social, y Patricia Bullrich en Seguridad. Tres nombres causaron sorpresa: Sergio Bergman en Medio Ambiente, Bullrich misma, y la continuidad de Lino Barañao en Ciencia y Técnica.

Hasta aquí, no hay grandes sorpresas en cuanto al perfil de los ministros: economistas, empresarios, personas de mucha confianza de Mauricio Macri, ex funcionarios de su gobierno en el GCBA (como Jorge Lemus en Salud y Hernán Lombardi en medios públicos) y aliados extrapartidarios fieles pero que no tienen gran poder electoral propio, como Sergio Bergman y Patricia Bullrich.

Una sorpresa, sin embargo, fueron los cuatro ministerios otorgados a políticos de la UCR: (Defensa con Julio Martínez, Comunicaciones con Oscar Aguad, el Plan Belgrano para José Cano y Agricultura, ya que Buryaile es de origen radical) y el ministerio de Turismo, en manos de un funcionario cercano a De La Sota (que en realidad proviene de la UCR). Es una cuota importante de cargos entregados “en pago” a los aliados políticos que ayudaron a llevar a Macri a la victoria--en política es crucial recompensar y cumplir las promesas pactadas. Sin embargo, el perfil de los convocados pareciera indicar que se trata más de premiar a líderes territoriales en función de buenos resultados electorales puntuales que una coalición integran y programática entre: La Rioja, Tucumán y Córdoba fueron cruciales para ganar y de allí provienen los políticos elegidos, y todavía resuena la renuncia de Ernesto Sanz a un cargo.

Este gabinete marca claras líneas programáticas. Por un parte, es claro que podemos esperar una mucho mayor cercanía con Estados Unidos en política internacional-- por su experiencia en la ONU y la entusiasta reacción de Samantha Powers, enviada del presidente Obama a la ONU, así lo confirman. Este lineamiento corresponde con las preferencias del votante de Cambiemos para eso lo votaron, y así fue reflejado en los nombramientos.

Otra línea programática clara es la mayor cercanía al mundo empresarial privado: hay ministros que provienen de la banca internacional, de los productores sojeros y ganaderos antes articulados en la Mesa de Enlace, de la principal empresa privada de aviación del país, de las compañías petroleras privadas. No sabemos cuáles serán todavía las políticas concretas pero sin duda el principio orientador es “sinergía entre el sector privado y el estatal” más que “control del mercado por parte del Estado”.

Este gabinete marca claras líneas programáticas. Por un parte, es claro que podemos esperar una mucho mayor cercanía con Estados Unidos en política internacional-- por su experiencia en la ONU y la entusiasta reacción de Samantha Powers, enviada del presidente Obama a la ONU, así lo confirman. 


Finalmente: resulta sintomático que todavía no hayan anunciado un ministro o ministra de trabajo. Es esperable que la anunciada devaluación y el pico inflacionario que seguramente vendrá (aunque luego sea controlado) generen reclamos por actualizaciones salariales y paritarias; el rol del ministro de trabajo será crucial para conducir este proceso. Si a esto sumamos la designación de una política del ala más dura como Patricia Bullrich en Seguridad hace preguntarse por cuál será la política en relación a la protesta social.

En síntesis: un gabinete cohesionado ideológicamente, con ministros de gran lealtad y sin peso electoral propio, tampoco con grandes nombres artísticos o intelectuales: se esperaba tal vez la de alguna de las figuras del arte y la cultura que apoyaron a Cambiemos como José Luis Campanella, Alejandro Rozitchner o Marcos Aguinis) con una mezcla de perfiles tecnocráticos y políticos territoriales de la UCR del centro y el norte del país.

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