Balvanera: Clausuran polideportivo que los vecinos reclaman como espacio verde

Hace un tiempo un grupo de vecinos de Balvanera denunció la pretensión de un grupo empresario de construir un estadio en el barrio, cuando el predio podría destinarse a ser un espacio de recreación. Finalmente, consiguieron una victoria porque por orden de la fiscalía de la Ciudad, el Gobierno porteño clausuró las once canchas de fútbol 5 y 9 que funcionaban en el predio, a pesar de que sobre éste pesaba una clausura previa.

Las denuncias se habían iniciado por ruidos molestos y por la intensa iluminación, que permanecía encendida hasta altas horas de la madrugada. La manzana de la polémica está delimitada por las avenidas Belgrano y Jujuy y las calles Moreno y Catamarca.

Ante la imposibilidad de avanzar con el proyecto de hacer un estadio en el lugar, sus dueños lo alquilaron por tres años para que funcione un complejo de 11 canchitas de fútbol. Las empezaron a construir en marzo de 2015, pero la Agencia Gubernamental de Control clausuró dos veces la obra y una de esas clausuras jamás fue levantada.

A pesar de todo, las canchas fueron inauguradas en octubre. Los vecinos, que también se oponen al proyecto del microestadio, las denunciaron por ruidos molestos. "La gente se quedaba jugando al fútbol hasta las dos o tres de la madrugada y se oían gritos y cantitos todo el tiempo. Además, instalaron unas luces muy potentes que no nos dejaban dormir", contó al diario Clarín Alberto Aguilera, de "Manzana 66 Verde y Pública", la organización vecinal que presentó la denuncia.

En el caso intervino el fiscal Juan Rozas, titular de la Fiscalía N° 20 de la Ciudad. "Hice una recorrida por el lugar, donde observé la emisión de ruidos durante los partidos que se hacían desde la mañana hasta la medianoche -contó-. Estos ruidos afectaban a una gran cantidad de vecinos, incluyendo a los pacientes de un geriátrico. Por eso le ordené a la Dirección General de Fiscalización y Control (DGFyC), que depende de la Agencia Gubernamental de Control, que hiciera una inspección para ver cuáles eran las condiciones de habilitación de esas canchas".

Las canchas, que no estaban habilitadas, fueron cerradas el martes pasado por la DGFyC por ordel del fiscal. "No clausuró el lugar, sino la actividad de las canchas. Ahora le estamos solicitando a esa dirección que nos informe si el predio está habilitado para alguna otra actividad, porque hay una confitería que sigue funcionando", explicó Rozas.

Sin embargo, "inmediatamente después de esta nueva clausura, los responsables de las canchas igual las siguieron alquilando ese martes y el miércoles -aseguró Aguilera-. Las volvimos a denunciar y el jueves el fiscal puso consigna policial para que no las vuelvan a abrir. Le estamos muy agradecidos, porque ahora podemos dormir. Esperamos que cuando intervenga el juez mantenga la clausura".

Ahora la Policia está en el lugar de 10 a 24 para impedir el uso de las canchas y permanecerá allí hasta nueva orden.

Todos los lotes de la manzana donde construyeron las canchas pertenecen a una sociedad anónima llamada Micrisol. Antes, el directorio de esta empresa estaba conformado por integrantes de la famila Miguens, pero desde 2011 está presidido por Marcelo Gregorio Ernst.

Como la zonificación de la manzana sólo permite hacer viviendas o locales, por lo que para construirlo hace falta que la Legislatura apruebe una modificación del Código de Planeamiento Urbano para que la empresa pueda construir el estadio. Esto requiere un procedimiento de doble lectura, lo que significa que el proyecto debe ser aprobado dos veces en el recinto y, entre ambas votaciones, debe ser sometido a una audiencia pública.

Por eso, los dueños del predio, que ocupa 10.000 m2, decidieron alquilarlo para otras actividades. En 2014 el empresario Aquiles Sojo, de la productora Ake Music, anunció que en la manzana en cuestión se construiría un estadio tipo arena para 18.000 personas. La idea era usarlo para espectáculos musicales y deportivos. Además, iban a hacer tres subsuelos de cocheras, un hotel cinco estrellas, locales comerciales y restaurantes. La inversión total ascendería a US$ 120 millones.

Los vecinois piden que se haga un espacio verde, un poliderpotivo para las escuelas públicas de la zona, una sede para el Conservatorio Manuel de Falla y un centro educativo y cultural. Para canalizar su reclamo, conformaron la agrupación Manzana 66.

Sostienen que la Comuna 3, conformada por Balvanera y San Cristóbal, es una de las que menos verde tiene. Sólo cuenta con 48.000 m2 de plazas. En Buenos Aires hay 6,2 m2 verdes por habitante. Para llegar a los 10 m2 que recomienda la Organización Mundial de la Salud, necesitaría al menos 78 plazas más.