Ya que hablamos de coparticipación…

La discusión que tendrá el Gobierno nacional con los gobernadores esta semana por la coparticipación pinta picante. Los mandatarios provinciales reclaman que la Nación les devuelva el 16,9 por ciento de los fondos que ya consiguieron tres provincias gracias a un fallo de la Corte Suprema. Desde el oficialismo consideran que es imposible pagar todo ya y proponen un cronograma de cinco años. El debate se desencadenó cuando el presidente, Mauricio Macri, aumentó la coparticipación de la Ciudad de Buenos Aires de 1,4 a 3,75 por ciento por decreto. Implicó un aumento del 168 por ciento de los fondos porteños, lo que explica la ira de los otros mandatarios provinciales, que se preguntan a coro: Ubi est mea (en Latín: ¿Dónde está la mía?). El jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, aclaró que era el dinero correspondiente al traspaso de parte de la Policía Federal, pero los números no terminan de coincidir. Desde la oposición sigue la sospecha de que hay un dinero extra para financiar otras cuestiones.

Hagamos un repaso por los números: el aumento de coparticipación que decretó Macri para el Gobierno porteño implica en total 16.823.540.378 pesos más para el presupuesto porteño (en los primeros cálculos, Larreta lo redondeada en unos 17 mil millones de pesos). Cuando se hizo el anuncio, el ex ministro de Economía Axel Kicillof afirmó que el costo real de traspasar la Federal era de 9 mil millones de pesos “por lo que la CABA tendrá 9.747 millones de libre disponibilidad”. Desde el kirchnerismo dejaron correr la sospecha de que ese monto serviría para pagar vencimientos de la deuda externa porteña, que se cuadruplicó durante el paso de Macri como jefe de Gobierno.

No obstante, un artículo del sitio Chequeado.com intentó sumar luz a los números del traspaso. Los periodistas advirtieron que no había datos oficiales sobre todas las áreas de la Federal involucradas en la transferencia, pero que había elementos para llegar a una estimación del monto. Indicaron que entre la Superintendencia de Seguridad Metropolitana y la de Bomberos, suman 12.600 millones de pesos, con sus 20 mil empleados. A esto habría que sumarle las otras dependencias que se transferirán (Policía Científica, Aviación), pero el grueso lo representan esas dos áreas. Diversas fuentes de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera pública, indicaron en ese artículo que la diferencia podría deberse a la equiparación de sueldos que será necesaria entre los federales y los agentes de la Metropolitana. Sin embargo, esta cuestión no está resuelta y no hay indicios de que el Ministerio de Justicia y Seguridad vaya a avanzar en breve con el tema salarial.

Resolver ese problema implicaría tocar los adicionales que cobra la Federal por hacer operativos de seguridad para privado, un recursos que representa buena parte del sueldo de los federales y que, en cambio, la Metropolitana tiene prohibido. Modificar esto es una de las tareas más sensibles que le toca al ministro Martín Ocampo y requerirá mucha muñeca política. De todas formas, por estos días voceros de las fuerzas policiales indican que no hubo grandes cambios en lo cotidiano para la Federal y la Metropolitana. “Hubo muchas palabras, pero pocos hechos”, es el resumen que hacen. Todo sigue prácticamente como antes.

Volviendo a los números: el artículo de Chequeado.com prueba que el dinero requerido es superior a lo que se consideraba en un primer momento, pero deja expuesto que no hay claridad sobre el número total. De hecho, hay 4 mil millones de pesos que quedan sin explicarse.

Un informe de La Fábrica porteña –el think tank del kirchnerismo porteño- vuelve sobre esos datos, que no hacen más que sumar dudas. El informe detalla cómo se descomponen los montos de las áreas Seguridad Metropolitana (11.402.274.100 pesos) y Bomberos (1.212.008.000 pesos) en el Presupuesto Nacional 2016 del Ministerio de Seguridad, lo que nos da los 12 mil millones de pesos que mencionábamos antes. La diferencia es de 4.209.258.278 pesos que no está muy claro a qué serán asignados.

Macri dictó un segundo decreto sobre este tema (el 399/16) en el que corrigió un error de su DNU anterior, por el que se incrementaban más los fondos de la Ciudad. Sucede que hay programas como el Fondo Federal Solidario (que proviene de las retenciones a la soja) y el FONAVI que están atados a la coparticipación, por lo que el Gobierno porteño iba a recibir otra suma extra. El Fondo Federal Solidario implica 454 millones y el FONAVI 153 millones de pesos. Después de una primera reunión con los airados gobernadores el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, aclaró que esto se iba a corregir. De todas formas, esos fondos no formaban parte de los 16 mil millones que se transfirieron a la Ciudad.

El informe de La Fábrica porteña resalta una sorpresa que vino con este nuevo decreto: allí se indica que los fondos transferidos a la Ciudad “serán destinados para consolidar la organización y funcionamiento institucional de las funciones de seguridad pública en todas las materias no federales ejercidas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”. “Lo que se desprende de la cita anterior es que los fondos transferidos deben ser utilizados en todas las funciones de seguridad no federales, entre las cuales se incluyen las desempeñadas por la Policía Metropolitana hasta el 18 de enero y que eran financiadas por el gobierno de la Ciudad”, interpreta el informe de La Fábrica.

¿Será así? ¿El dinero transferido servirá también para financiar a la Metropolitana? ¿A ese lugar irán los cuatro mil millones de pesos cuyo destino no terminamos de saber? Para sumar sospechas, desde el think tank kirchnerista apuntaron que en el Presupuesto porteño 2016 el Plan de Seguridad Pública –que incluye los fondos destinados a la Metropolitana y al Instituto Superior de Seguridad Pública, donde se forman los nuevos agentes- tiene una partida asignada por 3.954.134.072 pesos. “Un número que tranquilamente podría ser cubierto por el excedente antes mencionado”, advierte el informe de La Fábrica porteña.

Como se ve, las dudas persisten sobre la cifra transferida a la Ciudad, cuyo control parlamentario por parte de la Legislatura se hace difícil si no se especifica cómo se hizo el cálculo. Lo mejor sería que algún funcionario nacional o porteño se ocupe de explicar en detalle adónde irán esos fondos. Por ahora, los números no terminan de cerrar.