CULTURA

La historia de las Abuelas de Plaza de Mayo contada para los más chicos

Un libro ilustrado homónimo rescata la historia de lucha de las Abuelas de Plaza de Mayo, a 40 años del golpe cívico militar más sangriento de la historia argentina.


La emblemática lucha de las "Abuelas de Plaza de Mayo" es recuperada en un libro ilustrado homónimo, dirigido a jóvenes lectores, que recupera la historia de ese grupo de mujeres que se propusieron encontrar a los niños apropiados durante el régimen cívico militar más sangriento del país, del que este año se conmemoran 40 años.

La publicación, editada por Sudestada, cuenta con ilustraciones de Julio Ibarra, textos de Vanesa Jalil y diseño de Repo Bandini. Este nuevo volumen se suma a la colección Aventurer@s que se propone viajar por la historia argentina y rescatar figuras emblemáticas con títulos como "Julio Cortázar" y "María Elena Walsh", entre otros personajes influyentes.

El libro que se presenta a cuatro décadas del golpe de Estado que en siete años dejó un saldo de 30 mil desaparecidos, busca "combatir al miedo y al olvido con lágrimas y sonrisas, para reconstruir una Argentina de a poquito, como un gran rompecabezas", señala el prólogo "Amor de abuela".

"Esta historia que vamos a contar es como un puchero. En la cacerola, mezclamos todos los ingredientes: algo de tristeza y dolor, pero también mucho de paciencia, valentía y coraje, más una pizca de creatividad y una esperanza que se desborda", se lee en el preámbulo de "Abuelas de Plaza de Mayo".

Con un lenguaje directo y simple, el libro expone el contexto de época, explicando conceptos como desaparecido, apropiación, recuperación, dictadura y revolución. Reúne testimonios de nietos recuperados -119 de unos 500 apropiados- y repasa la lucha de la organización de Derechos Humanos que sentó precedente al exigir la creación de un banco de datos genéticos para comprobar y recuperar la identidad de esos niños.

Guiados por adultos los primeros lectores podrán conocer en estas páginas desde la confusión y desamparo de las primeras rondas a la Pirámide de Mayo -cuando "las mamás de los jóvenes que desaparecían por culpa de la dictadura, comenzaron a salir a la calle"-; pasando por 'el índice de abuelidad' (el examen de sangre que comprobaba el parentesco de los niños); hasta el reconocimiento de su lucha por "Memoria, Verdad y Justicia".

¿De dónde vienen los pañuelos blancos con que hoy se las reconoce en todo el mundo? Los pequeños lectores aquí se enterarán: eran los pañales que se ponían estas madres y abuelas para reconocerse en la plaza adonde se reunían para intercambiar información y tratar de encontrar a sus hijos y nietos.

¿Por qué las rondas? Por esos años, de 1976 a 1982 estaba prohibido reunirse en la vía pública, así que ellas caminaban, se movían, mientras hablaban en clave porque el peligro era mucho: los "cuadernos" eran los nietitos secuestrados, "las chicas" eran las madres y "las tías viejas" eran ellas.

"La primera vez que fui a la Plaza, yo temblaba como una hoja. Había tantos militares, tantos caballos. Pero las Abuelas seguían caminando y me decían: 'No te va a pasar nada, seguí sin miedo, estamos juntas'", recuperan en un textual de Estela de Carlotto, directora de la agrupación.
Este volumen se completa con propuestas detectivescas como investigar qué libros fueron prohibidos en aquellos años de plomo y la invitación a curiosear en los títulos que les gustaría leer entre otras actividades compartidas para grandes y chicos.

Y en la última página un árbol genealógico invita a los lectores a completar su ascendencia familiar, un cierre que promete una apertura: la búsqueda y reconstrucción de la identidad individual y, con ese simple acto de memoria, la recomposición de ese gran mosaico que es la historia de un país.


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