Festival por la reapertura del cine-teatro Taricco

Vecinos de La Paternal organizan para mañana sábado un festival con bandas de rock en vivo para reclamar, una vez más, que el Gobierno de la Ciudad expropie y adquiera el cine-teatro Taricco, declarado Sitio de Interés Histórico en 2004, y se reanude la actividad cultural de una sala inaugurada en 1920.
 
El Taricco tiene casi un siglo de historia pero está cerrado, tapiado y abandonado. Fue inaugurado en 1920, por su escenario de Av. San Martín 2377, entre Nicasio Oroño y Fragata Sarmiento, pasaron figuras como Tita Merello, las gemelas Mirtha y Silvia Legrand, Luis Sandrini, Astor Piazzolla y Carlos Gardel.
 
El Zorzal Criollo cantó en el Taricco el 13 de julio de 1933, la capacidad de la sala (1.000 espectadoras) rebosó de público, entonces Gardel salió a la calle y repitió el recital en plena avenida San Martín.
 
El cine-teatro dejó de funcionar a inicio de los '70. Pasaron por allí el supemercado Minimax y El Hogar Obrero que, en 1991, también cerró sus puertas. Norberto Zanzi, integrante del Grupo Taricco, vecinos que buscan que se reabra la sala, recuerda a Clarín que “10 años después, en 2001 las asambleas populares hicieron que la gente tomara conciencia de la importancia de volver a contar con el Taricco. Y ahí comenzó nuestra tarea”.
 
Mañana sábado, desde las 16 horas, los vecinos volverán a cortar parte de la Av. San Martín para convertir la calle en escenario de una fiesta popular que, con la actuación en vivo de varias bandas de rock, buscará una vez más que el reclamo por la reapertura de la sala llegue a buen fin.
 
“En 2004, el Taricco fue declarado Sitio de Interés Cultural por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y en 2005 la Legislatura aprobó una Ley de Expropiación, cuando todavía estaba en el gobierno Aníbal Ibarra. Había una partida presupuestaria destinada a comprar el inmueble que caducó en 2009, pero ninguna de las administraciones comunales que vinieron después (tanto la de Jorge Telerman como la de Mauricio Macri) la hicieron cumplir”, agrega Zanzi a Clarín.
 
El cine-teatro Taricco sigue siendo un espacio abandonado y tapiado. “Luis Taricco, quien fue el que abrió el teatro era un heladero que tenía su local casi al lado, y a quien le gustaba proyectar películas. Por eso compró un terreno de 1.000 m2, en forma de L, con entrada por Av. San Martín y Nicasio Oroño, y lo transformó en la sala que fue durante muchos años. Ahí se daban obras de teatro, películas, series como “Superman” o “Batman y Robin” y también iban las escuelas a realizar actos importantes. En 2012 el teatro tenía 7 dueños, varios descendientes del fundador, pero el grupo de vecinos que busca la reinauguración de la sala nunca pudo contactarse con ninguno de ellos. Es más: algunos niegan ser dueños de la propiedad”, explica Zanzi.
 
Como los proyectos de expropiación caducan cada 2 años, las nuevas presentaciones de 2011 y 2013 quedaron sin efecto por falta de respuesta de parte de la Legislatura y ahora el grupo de vecinos que busca la reapertura de la sala presentó por tercera vez un proyecto (Nº 933/2015) que cuenta con la firma de 23 legisladores porteños.
 
“Está firmado por representantes de todos los bloques, menos del Pro”, puntualiza Zanzi, y especifica que, a diferencia de los anteriores, este proyecto de expropiación pide únicamente que el Gobierno lo compre en lugar de solicitar que además lo ponga en valor y lo mantenga. “Para evitar que nos digan que no porque es muy caro, nuestro interés es que lo transfieran al Grupo Taricco Espacio Cultural por 20 años. Queremos que sea para el barrio, para que una gestión integrada por representantes del Gobierno de la Ciudad, de la Legislatura, de la Comuna y también integrantes del grupo, de todas las cooperadoras, los centros culturales de la zona y de las instituciones tengan presencia para que, mediante acuerdos, tengamos un plan común”, dice el vecino. 
 
“El Taricco cuesta unos 900.000 dólares, es una cifra que el Gobierno puede afrontar. Queremos hacer dos salas, una de cine y otra de teatro, aulas para talleres, estudios de grabación. Queremos recuperar este espacio cultural para los vecinos, que son muchos. Es que el lugar donde está ubicada esta sala no es sólo el centro geográfico de la Ciudad de Buenos Aires sino también una zona donde confluyen 4 barrios: La Paternal, Villa Mitre, Villa Crespo y Caballito: por eso hablamos de una 'zona de influencia' muy vasta como para que no se escuche nuestro pedido”, finaliza Zanzi.