Deuda olímpica

La Legislatura aprobó esta semana un paquete de leyes que impulsaba el PRO, que incluyen la concesión a un privado del Centro de Exposiciones, los bares privados en Plaza Houssay y un endeudamiento por 160 millones de dólares, que –se supone- son para construir la Villa Olímpica para los Juegos Olímpicos de la Juventud de 2018. Este último proyecto no se aprobó sin polémica: la Ciudad tenía destinado fondos para esas construcciones, pero fueron subejecutados el año pasado. Con este nuevo endeudamiento, la deuda externa de la Ciudad alcanzaría el 33 por ciento del Presupuesto 2016.

La Villa Olímpica fue creada por una ley a fines de 2014, en la que se constituyó el Distrito del Deporte. Son viviendas para los 8000 atletas que vendrán dentro de dos años. Los edificios residenciales se construirán en Avenida Roca, Escalda y Fernandez de la Cruz, donde antes estaba el Parque de la Ciudad. Entre las empresas constructoras que ganaron, está EMACO, que es de los mismos dueños del Complejo Costa Salguero. Embolsarán al menos 190 millones de pesos que provendrán del endeudamiento de la Ciudad. Como argumento para justificar el gasto, los macristas sostienen que luego los 1500 departamentos (en su mayoría, de 65 metros cuadrados, con tres cuartos) serán convertidos en viviendas sociales para los vecinos de Lugano, mediante créditos blandos del IVC.

"En los últimos dos presupuesto (2014 y 2015) ya existían dos programas distintos destinados a financiar ese proyecto, para el que ahora se buscará endeudar a la Ciudad. En ninguno de los dos programas, la ejecución superó el 70 por ciento".

La votación del endeudamiento no fue sencilla. A los 28 legisladores del macrismo se sumaron los dos de la Coalición Cívica y el massista Javier Gentilini para dar un total de 31 votos (sobre 60). Ajustadísimo. Hubo 12 abstenciones del Frente para la Victoria y 12 votos negativos de los otros bloques. En especial, argumentaron en contra del endeudamiento Gustavo Vera (Bien Común) y Marcelo Ramal (FIT). Conviene repasar algunos de los argumentos: “No hay informe técnico que justifique la necesidad de contraer un empréstito en moneda extranjera y a tasa variable”, indicó Vera. “Es un verdadero cheque en blanco que no define el tipo de instrumento, la moneda de la operación, la paridad de los títulos, el tipo de tasa de interés, entre otras especificaciones mínimas", destacó Ramal. En la sesión, la decisión de no acompañar el proyecto por parte del kirchnerismo estuvo en boca de José Cruz Campagnoli, de Nuevo Encuentro: “La Ciudad tiene un presupuesto de 112 mil millones de pesos y va a terminar con una deuda de 34 mil millones de pesos. Por otro lado, para una obra de 1300 millones de pesos (que ya tenía asignado ese monto), se quiere endeudar a la Ciudad en 160 millones de dólares más. Sospechamos que van a usar esa deuda en gastos corrientes, los cuales se pueden pagar en pesos”, señaló Campagnoli, que presentó un pedido de informes -con la venia del jefe de bloque Carlos Tomada- sobre el uso de los recursos para la Villa Olímpica.

Sucede que en los últimos dos presupuesto (2014 y 2015) ya existían dos programas distintos destinados a financiar ese proyecto, para el que ahora se buscará endeudar a la Ciudad, tal como señala un informe de La Fábrica porteña, el think tank del kirchnerismo. El primer programa se llama “UPE- Obras en Villa Olímpica y Sedes Deportivos” y depende del Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte. El objetivo del programa no deja lugar a dudas: “Consolidación del equipamiento necesario para la realización de los Juegos Olímpicos de la Juventud, a realizarse en el año 2018 en la Ciudad de Buenos Aires”. En 2015, este programa tuvo 300 millones de pesos asignados por la Legislatura, pero sólo utilizó un tercio de ese dinero. En particular, en rubro construcciones se usaron 60 millones de los 200 que estaban previstos.

Hay más: las metas físicas son las que miden cuán efectivo fue un sector del gobierno. Se suponía que en 2015 ese programa iba a producir una mejora del espacio público de 83.650 metros cuadrados. A fin de año, arrojaba un resultado de 5000 metros cuadrados.

Además, había un segundo programa que dependía de jefatura de Gabinete –hasta el año pasado, ocupada por Horacio Rodríguez Larreta- que se llamaba “UPE - Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018”. Este otro programa tenía como fin “ejecutar las acciones referidas a la planificación, organización, financiación y celebración de los Juegos Olímpicos de la Juventud 2018, como así también aquellas tareas preparatorias y conexas”. En ninguno de los dos programas, la ejecución superó el 70 por ciento. Una de las preguntas del pedido de informes de Campagnoli es a dónde fue a parar el resto del dinero.

Lo cierto es que el programa para obras tiene este año asignado 838 millones de pesos, lo que casi triplica lo que le destinaban el año anterior. No tiene obras detalladas, pero todo indica que para el mismo fin la Ciudad va a contraer una deuda de hasta 160 millones de dólares que sigue sumando al endeudamiento general del Gobierno porteño.

"A fines de 2015, el stock de deuda era de 2.363 millones de dólares. Con el crédito para la Villa Olímpica, la cifra llegará a 2500 millones de dólares. Un 33 por cietno de todo el presupuesto 206".

¿Cuánta deuda acumula la ciudad? Al final del Gobierno de Macri era cuatro veces más que cuando llegó. Este año, la gestión PRO tenía previsto un endeudamiento de 12 mil millones, de los cuales el 46 por ciento es contraer deuda para pagar otros créditos que se vencen. Un 10 por ciento era para comprar 105 coches para la línea A y otro 2 por ciento para obras para evitar inundaciones. Este nuevo endeudamiento implica un 20 por ciento de aumento de la deuda de este año.

A fines de 2015, el stock de deuda era de 2.363 millones de dólares, lo que daba en pesos un total de 31.300 millones de pesos, que se convirtieron tras la megadevaluación en 34.200 millones de pesos. Con el crédito para la Villa Olímpica, la cifra llegará a 2500 millones de dólares o 36.600 millones de pesos. Un 33 por ciento de todo el Presupuesto 2016. Cuando asumió Macri la deuda era de 501 millones de dólares.