Mudaron la feria de antigüedades de la plaza Dorrego por obras

La feria de antigüedades de San Telmo logró funcionar ayer con bastante orden, pese a que la plaza Dorrego, su sede histórica, está cerrada por obras de reparaciones. Como hubo que reubicar temporalmente a todos los puestos se temía que hubiera problemas, sobre todo porque la calle Defensa ya está colapsada por los manteros que se instalan ilegalmente. Pero el funcionamiento fue relativamente normal.
 
La plaza Dorrego aloja desde 1970 a los puestos de venta de antigüedades y artesanías, y con el paso del tiempo se convirtió en una de las atracciones turísticas de la Ciudad de Buenos Aires que más público convoca, con miles de visitantes cada domingo.
 
El problema es que con el correr del tiempo se fueron sumando manteros sin habilitación, y así los alrededores de la plaza y la calle Defensa habitualmente colapsan de gente. Entre puestos habilitados y los ilegales, la feria llega por la calle Defensa desde Cochabamba hasta la Plaza de Mayo.
 
"Estamos todos los puesteros. Se pudieron acomodar y por suerte no hubo problemas", comentó a Clarín Raúl Fernández, quien desde hace 15 años atiende un puesto de antigüedades sobre la calle Humberto 1°.
 
¿Cómo se reacomodó la feria? El Gobierno porteño permitió que se instalaran puestos en la cuadra de Defensa entre Humberto 1° y San Juan. Otros se ubicaron sobre Anselmo Aieta y Bethlem, las dos cortadas que rodean a la plaza.
 
Este panorama se mantendrá así al menos hasta noviembre. Es que el Gobierno de la Ciudad, a través de la Comuna 1, cerró la plaza el martes por 90 días para repararla. Además de recuperar las baldosas, veredas y muros perimetrales, arreglarán el mástil central, renovará la iluminación, colocarán cestos papeleros y construirán rampas. También armarán un corredor  peatonal con bancos y dos hileras de farolas en el eje de la histórica plaza.