Recesión porteña: "Es la economía nacional, Horacio"

 Néstor Kirchner solía decir que sin proyecto nacional era imposible que hubiera un proyecto provincial y mucho menos proyectos municipales. Él era perfectamente conciente del lugar de la economía nacional como motor del desarrollo local. Los doce años de gobierno con crecimiento y consumo popular fueron también buenos años para provincias y ciudades que veían crecer sus economías año a año.

Pero las cosas cambiaron.

Hoy al país le va mal y a los gobiernos locales… también.

Si a la gente no le alcanza el sueldo, o le alcanza sólo para lo básico, entonces no sale a comer, ni se compra ropa nueva, y mucho menos puede ahorrar para una reforma en la casa o un viaje. Todo eso repercute con fuerza en las economía locales.

En el caso de Buenos Aires, la situación es ejemplificadora. Las estadísticas de la Ciudad muestran que la actividad económica en el segundo trimestre de 2016 tuvo una caída del 4,3%, es decir, una recesión incluso más pronunciada de la que existe a nivel nacional que fue, según el INDEC de 3,4%.

Si desarmamos ese número, vemos que la baja en el comercio y servicios es de 2,8%; la caída en la administración pública, salud y educación es de 1,6%, pero el retroceso de los sectores productores de bienes como la industria y la construcción es de 10,6%.

¿Que significa esto? Que los sectores más afectados son aquellos cuyo desarrollo está fundamentalmente ligado a las políticas nacionales y muy poco a la gestión de una administración local. Dicho de otra manera: la debacle de la economía nacional le pega de lleno a la economía porteña, es decir, la "pesada herencia" de Larreta no es otra que la política de Macri.

Por eso, si "Horacio" quiere defender los intereses de los porteños, debería recordar la máxima de Néstor Kirchner y pedirle a "Mauricio" un cambio drástico de las políticas económicas.