“No sabemos todavía si Lousteau se va a presentar”

Ines Gorbea tiene un crucifijo y una foto de Raúl Alfonsín casi al mismo nivel en su despacho. Sobre un escritorio, hay una imagen de ella abrazada con Martín Lousteau en la que se ve la marcada diferencia de altura con el líder de ECO, a favor de él. “Y yo tengo tacos. Lo tengo que confesar”, se ríe, mirando la foto. La flamante jefa del bloque ECO es una de las dirigentes que responde directamente a Martín Lousteau. No está afiliada al radicalismo, aunque comparte sus valores. En esta entrevista, marca con cuidado algunas diferencias con el PRO: “La educación y la salud no están entre sus prioridades”, advierte.

-¿Va a existir Cambiemos porteño?

-La pregunta del millón. Nosotros queremos que exista Cambiemos en la Ciudad de Buenos Aires y pensamos que es una oportunidad para fortalecer Cambiemos. Lo mejor que le puede pasar es que no prescinda de ninguna de sus voces. En ese sentido, si están incluidos todos sus referentes y todas sus voces, mejor.

-¿Cuál es el obstáculo?

-Habría que preguntarle a los otros actores de Cambiemos…

-¿La única forma de que se conforme la alianza es con PASO o puede haber lista única?

-A nosotros, en principio, nos parece que tiene que haber PASO, porque la ley así lo exige: exige que la sociedad pueda decidir cuáles van a ser sus candidatos dentro de un mismo espacio a través de las PASO. Nos parece que tiene que haber PASO.

Competir nos mejora siempre. Es una oportunidad para fortalecer Cambiemos nacional con Cambiemos de la Ciudad y para eso tiene que haber internas.

-Los macristas quieren lista única.

-Entiendo que sí.

-Dicen que no es el momento para “aspiraciones personales”, sino para fortalecer Cambiemos.

-Pero es que se fortalece Cambiemos. Es mejor que estén todas sus voces incluidas y que la sociedad diga qué candidato es el que más quiere dentro de ese espacio. Competir nos mejora siempre. Es una oportunidad para fortalecer Cambiemos nacional con Cambiemos de la Ciudad y para eso tiene que haber internas.



-¿Qué significó la recorrida de la semana pasada de los integrantes de la Coalición Cívica con el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta?

-Me parece que está bien, que si es en el marco de escuchar a los vecinos, si han hablado también de Cambiemos a nivel nacional, me parece que es una buena ida. Es cierto que la Coalición Cívica integra Cambiemos a nivel nacional y que acá en la Ciudad no existe Cambiemos, así que es uno de los integrantes que tiene que estar. A nivel nacional, es la conjunción de PRO, la Coalición Cívica y el radicalismo. Para replicarlo en la Ciudad, tendrían que ponerse a hablar esos tres partidos en principio.

-¿Puede ser una señal de que Carrió va a jugar con Larreta?

-Todavía no lo sé. Estamos en el mes tres, el cierre de listas es en el mes seis, las elecciones son en el mes diez. Tenemos que trabajar en proyectos de ley para la Ciudad.

-Lo pregunto de otra manera: si no se llega a un acuerdo y van por separado, ¿hay posibilidad de que Carrió integre ECO?

-Es un escenario del que no tengo ni idea. En todo caso, habría que preguntarle a la gente de la Coalición Cívica. Hay que tranquilizarse un poco y esperar.

-¿Lousteau ya tiene decidido si se va a presentar en la Ciudad?

-No lo sabemos todavía.

-Pero, ¿y él que dice?

-Nada. No lo sabemos todavía. Y eso va a surgir del consenso colectivo en la mesa de ECO, que es el espacio que él lidera. Obvio que es nuestro referente más importante. Pero la verdad es que todavía no lo sabemos y surgirá del consenso de todos nosotros.

-¿De qué depende? ¿Cuáles son las variables que están considerando?

-Todavía no están puestas sobre la mesa. Lo que nos parece es que tiene que haber Cambiemos capital. Eso es lo primero que pensamos. Te reitero: falta todavía.

-Si hablas con los radicales, parecería que Lousteau juega en cualquier escenario…

-Yo no lo sé. Pero los radicales también te deben haber dicho que quieren Cambiemos capital y que quieren PASO.

Martín es nuestro mejor representante. Pero ECO va a estar representado,

-Pero también te presentan con más certezas la candidatura de Lousteau.

-Yo no descarto nada. No lo sé.

-Si Lousteau no se presenta, ¿no deja un lugar vacante que lo puede ocupar otro?

-Lo más sano que podemos hacer es ofrecerle a su ciudadanía una serie de figuras y de prioridades, y después ellos eligen. Pensar que alguien puede ocupar un lugar vacante…

-Hay varios probándose ese traje: Felipe Solá, por ejemplo…

-La gente sopesa las alternativas que tiene y elige. Nadie es dueño de nada. Y en el momento de la elección, la gente decide en función de lo que el candidato expresa.

-Lo preguntaba en caso de que Lousteau no se presente…

-Pero ECO va a estar representado de alguna manera. Martín es nuestro mejor representante. Pero ECO va a estar representado. La gente que se sentía representada por ECO va a tener a quién votar.

-Y si no es Lousteau, ¿quién?

-Bueeeeno. Eso no lo sabemos tampoco. No sabemos nada.

-La carta de Lousteau con el pedido de armas a Estados Unidos, ¿puede afectarlo electoralmente?

-(se ríe) No. Me parece que es su función como embajador. Lo que haya hecho tiene que ver con el Gobierno nacional. Las respuestas tienen que venir por ahí.



Inés Gorbea fue al secundario a Las Esclavas del Sagrado Corazón, un secundario católico y muy exclusivo que emerge como un castillo medieval en Avenida Luis María Campos, al lado del hospital militar. Luego estudió derecho en la Universidad de Belgrano. Fue meritoria en una fiscalía correccional, hasta que al año se cansó de que no le pagaran y buscó un trabajo remunerado. Estuvo en la ANSES desde 1994 hasta 2000. Luego trabajó en una AJFP que dependía del Bank Boston. En 2003, formó un estudio de abogados y allí lo conoció a Lousteau. Comenzó haciendo trabajos para su consultora económica, se fueron conociendo y terminó acompañándolo como asesora cuando fue ministro de Economía en 2008. “Mi ingreso a la política fue por Lousteau. Lo público siempre me interesó”, cuenta. Se autodenomina como socialdemócrata. Nunca había militado antes de ECO. Hace poco, pasó a conducir bloque de seis. “Para mí es un trabajo: vengo todos los días. Me quedo hasta tarde”, dice sobre su rol como legisladora. Reemplazó en ese cargo al radical Hernán Rossi. “Rossi tiene experiencia para manejar los temas territoriales de todas las comunas”, explica.

-¿Cómo evalúa el primer año de Larreta?

-Está claro que son nueve años del mismo color político y que Larreta era el jefe de Gabinete, por lo que estaba involucrado en la gestión. Del primer año de Larreta, el balance lo hizo él cuando vino al inicio de sesiones. Lo que yo más rescato es que ha tomado en cuenta varias iniciativas de nuestro espacio, como el boleto estudiantil, el de historia clínica digital, el Parque de la Estación y el Ecoparque. Nos alegra un montón que tomen nuestras iniciativas y las conviertan en realidad. Después, nos parece, sí, que nosotros tenemos otras prioridades. No solo con el año de gestión de Larreta, sino con los nueve años del PRO, en donde la educación y la salud no están entre sus prioridades. El 19 por ciento bajó en el Presupuesto la plata en educación.

-¿Por qué Larreta no puede resolver el conflicto docente?

-Yo tengo 42 años. Desde hace 25 años, por lo menos, que hablamos siempre de lo mismo. Siempre discutimos lo mismo y no podemos terminar de saldar esa cuestión y hablar de los contenidos y de la calidad de la educación. Tienen que extremar los recursos que tengan a su alcance para poder mirar para adelante y hablar de otros temas de la educación (obvio que este es un tema, el salario docente). Le tenemos que dar prioridad a la educación.

-¿Cómo ve que se está manejando Larreta con el Ecoparque?

-Nosotros teníamos un proyecto de Hernán Rossi. Como presidenta de la comisión de Ambiente, trabajamos para llegar a un consenso con el proyecto del Ejecutivo. Es un proceso largo, porque no se pueden trasladar de un día para el otro a todos los animales. Hay que ver a dónde los trasladas, si el animal resiste. Muchos son animales que nacieron en cautiverio y no resisten. Lo que hay que hacer es un seguimiento de cómo se va ejecutando eso. Recién se votó el Ecoparque a fin de año. Así que hay que dejar un plazo y empezar a ver si se ven avances en el sentido que la ley indicaba. 

Celebramos la urbanización de las villas. Lamentamos que hace nueve años que administra el mismo partido y que se hayan demorado hasta acá.

-¿Y sobre el manejo del juego?

-El juego fue trasversal a muchos gobiernos: empezó en 2003, cuando Aníbal Ibarra le cede el control y la fiscalización al Gobierno nacional. Después en 2007, justito antes de que venza su mandato, Néstor Kirchner le prorroga a Cristóbal López la concesión hasta 2032 a condición de que haya más tragamonedas en el Hipódromo de Palermo. En el 2013, antes de que cambie la Legislatura, se saca una adenda al convenio de 2003, en el que se les condonaban ingresos brutos a los operadores del juego. Martín instaló el tema en la campaña y el jefe de Gobierno se debe haber visto obligado a dar de baja el convenio y a transferir el juego a la Ciudad. A fin de año, enviaron un paquete de leyes: el convenio de transferencia y una ley que creaba la Lotería de la Ciudad de Buenos Aires. Nosotros nos abstuvimos con el convenio, porque entendíamos que el tenía vicios de inconstitucionalidad y le quitaba facultades a la Legislatura, y votamos en forma negativa la Lotería, porque no hacía ver que la intención fuera que hubiera menos juego en la Ciudad. Al contrario, habilitaría más juego y nosotros estamos en contra de eso. Queremos que haya menos juego y, por supuesto, creemos en la autonomía de la Ciudad para regular al juego. Si íbamos a modificar la Ley de Juego, me parecía que era importante hablar de otras cuestiones: cuál es la alícuota de ingresos brutos que paga el juego, cómo es el sistema de control y de fiscalización que tienen las salas. Nosotros hemos denunciado con la Coalición Cívica que el sistema de control lo diseñó Cristóbal López y se lo cedió a la Nación gratuitamente. Nos parece que hay que seguir trabajando fuertemente en la regulación.



-Se lanzó la Policía de la Ciudad, ¿cómo vio los primeros episodios, como el desalojo de los manteros en Once, la razzia en el 8M y la represión a vecinos de La Boca?

-Hay que diferenciar. Lo de los manteros es una política para tratar de darle una solución a la gente que ocupaba el espacio público y darles una capacitación y una posibilidad de trabajo. Es otra cuestión de los otros dos hechos. En ellos, tiene que intervenir la Justicia para ver si ha habido excesos en el accionar policial. Desde la Legislatura, la transferencia de la policía fue un proceso en el que trabajaron todos los bloques. Sobre lo demás, es obvio que hay que estar atento sobre esos hechos, que son alarmantes.

-¿Se está cumpliendo la promesa de Larreta de urbanizar las villas?

-Obvio que celebramos que lo hagan. Lamentamos que hace nueve años que administra el mismo partido y que se hayan demorado hasta acá.