Sólo el 22% de los porteños recicla los residuos

El cuidado del medioambiente es una preocupación en aumento, sin embargo, y a pesar de que busca fomentarse el reciclado, en la ciudad de Buenos Aires sólo el 22% de los porteños separa los residuos. De este modo, a pesar de que el 78% de los encuestados afirma conocer la importancia de separar la basura, la mayoría no lo hace.

Según un estudio realizado por el Centro de Estudios Nuevo Milenio cuyos resultados fueron publicados en el portal Infonews, el 63% de los porteños manifestó no tener "la costumbre" y el 27% admitio que no separa los residuos reciclables "por falta de ganas o tiempo". Por su parte, un 10% aseguró que no lo hace por desconocimiento. 

El Gobierno de la Ciudad promueve la separación de residuos en origen y el reciclado. En su sitio web se puede acceder a una Guía de Separación de Residuos para informarse.

Los residuos reciclables son los plásticos (como botellas, envases, tapitas, papel film, bolsas, sachets, potes, sillas, bidones, telgopor, radiografías, vajilla descartable limpia y seca); el papel y cartón papel blanco o de color, impreso o no (como cartulinas, sobres de todo tipo de papel, diarios y revistas, folletos, guías telefónicas, cajas, cajas de huevos, rollos de papel); los envases tetra-brick (aquí ingresan los cartones de jugo, vino, salsa, leche); el vidrio (como botellas, frascos, envases de vidrio transparente o de color. Se recomienda no reciclar vidrios rotos por seguridad); metal (latas y envases de acero, aluminio, hierro, plomo, cobre, zinc, bronce y otros metales ferrosos, desodorante en aerosol, tapas de frascos, tapas de aluminio alimentos y papel de aluminio. Llaves, candados, picaportes, griferías, ollas, o cualquier otro artefacto compuesto por cobre o estaño) y ropa y tela (ropa en desuso, sábanas y manteles viejos, trapos).

Por otro lado, los elementos no reciclables, por ende basura, son los papeles y cartones sucios (engrasado o con restos de comida, papel y cartón laminados o plastificados, servilletas y pañuelos descartables, papel de fax, tickets de papel termal, papel fotográfico, carbónico, metalizado o autoadhesivo, envoltorios de golosinas, vasos encerados); plástico sucio (como envases sucios o con restos de comida, envases con restos de pintura, solventes, pegamentos, agroquímicos o sustancias tóxicas; envoltorios de golosinas, biromes, toallitas femeninas y pañales, CDs, DVDs); vidrios rotos (como lámparas fluorescentes compactas, lámparas de bajo consumo, tubos fluorescentes, termómetros de mercurio rotos o en desuso, lamparitas halógenas, espejos).

Por otro lado, la encuesta reveló que los porteños no se dedican a reciclar por falta de puntos de recogida, de espacio en la casa y la dificultad para hacerlo cuando consideran que su esfuerzo no genera la diferencia.