¿Cuáles son las mejores obras construidas desde la vuelta de la democracia?

Acaba de salir un libro sobre la arquitectura porteña de los últimos 30 años. Se llama “Guía Arquitectura Contemporánea de Buenos Aires 1983-2016”. Y fue publicado por el Centro Internacional para la Conservación del Patrimonio, con la coordinación editorial de la arquitecta Nani Arias Incollá, informa Clarín.
 
La guía es como un GPS de arquitectura, hasta viene con un mapa con la ubicación de los edificios más significativos. Es una suerte de radiografía de lo que se construyó. La guía divide la selección en 3 períodos de 10 años: del 83, con la vuelta de la democracia al 93; del 94 al 2004 y del 2005 al 2016.
 
En el primer período el rubro que más trabajo dio fue el de las remodelaciones, en especial, los clásicos baños y cocinas. De la mano de la corriente denominada Posmodernismo y de la incipiente valoración del patrimonio, también aparecieron los reciclajes de edificios. Así llegaron obras como la intervención del arquitecto Pablo Beitía en la casa del artista plástico Xul Solar en Laprida 1212, en Palermo, para convertirla en museo; la reconversión de las Galerías Pacífico en shopping urbano (de la mano del estudio Juan Carlos López) y de un ex asilo de ancianos en Recoleta en shopping y centro cultural, a cargo de Clorindo Testa.
 
El segundo período, desde 1994 a 2004, fue el de mayor actividad. Apareció con fuerza la construcción de edificios y torres de oficinas corporativas y de viviendas para los sectores medio altos y altos. Y también fue el auge de la construcción en la nueva urbanización Puerto Madero.
 
La guía destaca edificios de viviendas como las Torres Alto Palermo Plaza, frente a Parque Las Heras, de MSGSSS y Urgell-Fazio-Penedo-Urgell (UFPU); la Torre Le Parc, en Demaría y Godoy Cruz, de Mario Roberto Álvarez; o el reciclaje del edificio La Algodonera, de Dujovne-Hirsch-Dujovne-Araujo.
 
En cuanto a oficinas, el seleccionado incluye a la Torre Bouchard, frente a la Plaza Roma, de los SEPRA y Robirosa Beccar Varela, Pasinato; y al edificio Telecom, de Khon, Pedersen & Fox y Malecón, de HOK y Estudio Aisenson, a uno y otro de los extremos, Norte y Sur, de los diques de Puerto Madero. Completando la elección con una obra sobre el espacio público: el diseño de las veredas y del equipamiento (la banquina de Puerto Madero) realizada por Hampton, Rivoira y Cabeza.
 
También durante este período aparecen nuevos equipamientos hoteleros como el Hotel Intercontinental al lado de la Iglesia de San Juan Bautista, diseñado por UFPU, con resabios posmodernistas; o el reciclaje de la torre Mihanovich, en Arroyo 841, para convertirla en el Hotel Sofitel, por el arquitecto Daniel Fernández.
 
Y otras joyas como el reciclaje realizado por Fernando Manzone del Cine Teatro Grand Splendid, hoy transformado en la librería El Ateneo; o el producido por los italianos Caruso e Torricella para la Fundación Proa, ubicada en Av. Pedro de Mendoza 1929, en La Boca. Una de las piezas más emblemáticas de esos años es el Malba, una obra ganada por concurso por unos jóvenes arquitectos cordobeses, Atelman, Fourcade y Tapia.
 
El último capítulo de la guía va desde el año 2005 al 2016. El Centro Metropolitano de Diseño, en Barracas, fue otra de las obras realizadas a través de un concurso. En este caso, el arquitecto Paulo Gastón Flores reconvirtió lo que era el Mercado de Concentración Mayorista de Pescados en una institución dedicada a promover el diseño.
 
A los pies de la Casa de Gobierno, el estudio B4FS Arquitectos intervino la histórica Aduana de Taylor y sobre parte de su traza levantó el Museo de la Casa Rosada. El mismo estudio transformó el Palacio de Correos y Telecomunicaciones en el flamante Centro Cultural Kirchner, colocando en su interior el inmenso auditorio conocido como la Ballena azul.
 
Hacia el Sur, sobre la Av. San Juan, se terminó el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires (MAMBA), proyectado y donado por Emilio Ambasz, uno de los arquitectos argentinos más reconocidos en el exterior. También entre estas obras significativas pueden encontrarse la restauración y modernización tecnológica del Teatro Colón y el reciclaje y puesta en valor de la antigua usina de la Compañía Italo Argentina de Electricidad en Barracas, convertida en La Usina del Arte.
 
Del total de los 58 ejemplos seleccionados por el equipo de Nani Arias, uno solo es del tipo llamado vivienda social, el reciclaje de la Manzana San Francisco. La mayor parte de las obras se encuentra en el área central de la Ciudad y en el Corredor Norte, y una sola, en el barrio de Almagro.