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- 10.08.2017
ADIÓS A LOS ARENEROS
Los patios de juegos de las plazas serán con piso de goma
Especialistas afirman que los pisos de goma son más higiénicos y seguros que los areneros en las plazas. Los padres reconocen que son más limpios, pero a la vez añoran los juegos con palas y baldes.
El Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño reemplazó los últimos 29 grandes areneros de las plazas de la Ciudad por espacios de juego con baldosones de goma negros y multicolores. La modificación terminó el sábado, con la adaptación del arenero del Parque La Isla, en los terrenos del ex albergue Warnes, en el barrio de La Paternal, informa Clarín.
Los areneros son un espacio polémico dentro de plazas y parques. En Buenos Aires su eliminación se discute desde principios de los 2000, cuando se inició una primera sustitución. Distintos estudios, en especial uno hecho en 2010 por la Cátedra de Parasitología General de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, determinó que el 100 por ciento de los que había en la Ciudad estaban contaminados con el parásito Toxocara canis, presente en las heces de perro y gato. El parásito, que se transmite a personas, puede provocar ceguera o problemas cutáneos y hepáticos. En especial, entre los más chicos quienes, dentro de estos espacios, están más tiempo cerca del piso y suelen llevarse las manos a la boca.
Florencia Quiroga es bioquímica, madre de tres hijos y dice a Clarín que “Nunca les prohibí jugar en la arena, pero por mi formación en salud no podía dejar de pensar en las bacterias que los rodeaban. Esta superficie está buenísima. Es segura y amortigua los golpes, igual que la arena, pero más limpia”. En su casa quedaron los rastrillos, vasos de plástico y palas de colores, “quizás vuelva a usarlos cuando vayamos a la Costa o si encuentro otro arenero, si es que alguno queda”. “Por un lado, extraño la arena porque ofrecía otra variedad de juegos. Les daba a los chicos la posibilidad de armar figuras y compartir un elemento. Por el otro, ya no podía soportar la falta de respeto de algunos que seguían permitiendo que las mascotas se metieran en la arena”.
"Sacar el arenero es sólo eliminar una parte del problema y no la esencial. El arenero es un lugar de concentración de población infantil, pero no el generador de la infección. La materia fecal de perros o gatos es el transmisor en arena, tierra o goma. Sólo imponiendo un cuidado responsable de las mascotas, con campañas de desparasitación, se va a lograr un cambio", explica a Clarín Jaime Altech, especialista en Parasitología y Chagas del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez.
En la Ciudad hay 418 patios de juegos en plazas y parques. Como parte del plan de recuperación del Ministerio se hicieron obras en casi 500 hectáreas de predios públicos. “Además del reemplazo de los areneros por baldosones antigolpe, más fáciles de lavar y de mantener, se renovaron los juegos con estructuras más seguras e integradoras", dice el ministro Eduardo Macchiavelli. Las Comunas tienen a su cargo otras plazas en donde quedan alrededor de 60 cuadrados de arena integrados entre suelos de goma o caucho.
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