Reciclado: la mayor parte queda en la Ceamse

A nivel domiciliario, la Ciudad genera alrededor de 4200 toneladas de residuos, entre las que recolectan los camiones de basura y las que se recuperan previamente. De ese total, el 26% -unas 1100 toneladas- es reciclado.
 
"Es un porcentaje muy aceptable. Hay muchos países europeos que están por arriba de esa cifra, pero a nivel latinoamericano es probablemente el mejor índice", señaló a La Nación Marcelo Rosso, gerente de Nuevas Tecnologías y Control Ambiental de la Ceamse, y coordinador por parte de la empresa del estudio hecho junto a la UBA, que reveló que el 8% de los desechos porteños que actualmente llega al relleno sanitario de José León Suárez es esencialmente reciclable.
 
La plataforma global Waste Atlas apunta que la tasa promedio mundial de reciclaje de los residuos domiciliarios es del 19%, con un máximo del 60% en Singapur y valores del 20% para Colombia, 3,3% para México y apenas el 1% para Brasil.
 
El antropólogo e investigador del área de Ecología en la Universidad Nacional de General Sarmiento Francisco Suárez señaló a La Nación algo similar: "Países como Alemania, Noruega o Suiza entierran apenas el 10% de la basura que generan, gracias a una combinación de métodos, como el reciclado, el compostaje de orgánicos y la valorización de la basura como energía. Mientras que en América latina, la tasa de reciclado ronda el 10% y es efectuada principalmente por los cartoneros", señaló.
 
En cambio, el especialista puso en duda la inclusión como basura reciclada a aquella que la ciudad consigue que reutilice la Ceamse en el propio relleno de José León Suárez, es decir, 700 toneladas de las 1100 totales. "Es como una disposición final en el relleno, pero de manera indirecta", cuestionó.
 
Si no se computaran esas 700 toneladas sino sólo las 413 restantes, la tasa de reciclaje caería del 26% al 9,5% calculada exclusivamente sobre la basura domiciliaria. El papel y el cartón se venden a $ 2,60 el kilo, botellas plásticas que cotizan arriba de los $ 5 el kilo y vidrios y metales tienen compradores asegurados.
 
El informe discrimina, barrio por barrio, las toneladas de materiales "esencialmente" reciclables que llegan a la Ceamse. Es decir, papeles, cartones, plásticos, vidrios y metales que están limpios, secos y tienen un tamaño de más de seis centímetros, por lo que es razonable y factible su separación. Y determina que los cinco barrios que más productos de esa categoría desechan son Palermo (30 toneladas), Recoleta (26,6 t), Caballito (23 t), Belgrano (casi 20) y Flores (19,5). Aunque la relación entre reciclables y la basura total que genera cada barrio no difiere demasiado: un promedio del 7,9% (297,5 de 3779,5), con un máximo del 8,5% en Palermo y un mínimo del 6% en Nueva Pompeya.
 
En la Ciudad, 12 cooperativas tienen a su cargo la recolección domiciliaria de los reciclables. Emplean a unas 5500 personas, a las que la Ciudad les paga un sueldo básico de $ 9100, según detallaron a La Nación fuentes oficiales, a lo que luego se le suma la rentabilidad que distribuye cada cooperativa.
 
"Hacemos lo que podemos, pero no logramos cumplir todos los servicios", expuso Cristina Lescano, presidenta de la cooperativa El Ceibo, que tiene ruta de recolección en Palermo, Recoleta y Puerto Madero. Suman 300 empleados, tres camiones cedidos por el gobierno porteño y ocho propios, algo que, aseguraron, no les alcanza. "Necesitamos más infraestructura", pidió Lescano.
 
Por día, y más allá de las limitaciones, las cooperativas recuperan 227 toneladas. En paralelo, en 2600 campanas verdes ubicadas en la vía pública se rescatan 20 toneladas diarias de reciclables. Otras 5,8 toneladas son recuperadas en los 111 puntos verdes de almacenamiento o compactación de reciclables distribuidos en plazas, clubes y calles.
 
Los grandes generadores de basura, como restaurantes, hoteles, hospitales y escuelas, separan otras 160 toneladas por día. A ese total de 413 toneladas recuperadas, hay que sumarle las 700 toneladas que la Ceamse reutiliza a partir de distintos tipos de residuos (incluidos áridos y orgánicos) para estabilizar la playa de descarga por la que circulan los camiones que depositan la basura en los rellenos sanitarios y como cobertura primaria del relleno; previamente, pasan por una planta de tratamiento que se inauguró en 2013.