- Opinion
- 13.08.2017
LAS PASO PORTEÑAS
Una prueba para la hegemonía PRO
La Ciudad ha sido el bastión del macrismo durante más de una década. Los seguidores de Macri están confiados en que, con Elisa Carrió como cabecera, tendrán un triunfo asegurado. La pelea entre Filmus y Lousteau por el segundo lugar y de Massa por no quedar afuera.
Carrió. Como el ave fénix, Carrió consiguió una vez más resurgir de sus cenizas: esto es, del 1,8 por ciento del padrón nacional que la votó en 2011 y que la había relegado a un ostracismo político del que volvió con fuerza en 2013 y, luego de su alianza con Macri en 2015, ahora la pone a consolidar su caudal electoral a la cabeza de un frente que no puede llevar la sigla Cambiemos porque es el único distrito en el que no se pudieron poner de acuerdo con el radicalismo. Esto llevó a que Carrió no compitiera en las PASO. La dirigente tampoco aceptó debatir con Lousteau: aseguró que sí lo hará en octubre. Las ONG que promovían este tipo de intercambios, como Argentina Debate, no dijeron nada al respecto. Se entiende: su principal referente, Hernán Charosky, hoy es funcionario de Horacio Rodríguez Larreta.
Elisa Carrió construyó su candidatura con un apoyo crítico del oficialismo que le permite concentrar en sí gran parte del voto antikirchnerista.
Carrió no consiguió ser la candidata de Cambiemos en la provincia de Buenos Aires, como ella quería, pero a cambio el PRO le entregó la principal victoria que –suponen en el Gobierno- tendrán hoy. Esto implica que la victoria será tanto de Macri como de Carrió. Un dato no menor a la hora de pensar en la difícil relación que mantienen estos aliados. Para Lilita, esto implicará más poder de veto a las iniciativas del macrismo. Incluso, según comentaban en la Rosada, las encuestas les dan que hay gente en provincia que piensa que va a poder votar la boleta de ella. Oops.
Lousteau. Todo lo que creció Carrió, lo fue perdiendo Lousteau. Algunos piensan que lo que le ocurrió al líder de ECO (ahora Evolución, tras el salto al macrismo de sus aliados de la Coalición Cívica y de Graciela Ocaña) tiene que ver con que decepcionó a su electorado cuando aceptó ser embajador en Estados Unidos de Macri. Otros creen que el problema es que Lousteau rompió con Macri para presentarse en la Ciudad y forzar unas PASO con Carrió y eso le hizo perder la mitad de su base electoral, que veía con buenos ojos el Gobierno nacional. Sea como fuere, Lousteau hoy enfrenta un escenario complejo: de ser el que desafió a Larreta y quedar a tres puntos porcentuales de ganarle al PRO la jefatura de Gobierno en 2015, hoy podría quedar relegado al tercer lugar, lo que constituiría un golpe muy fuerte para su carrera política (y para sus aspiraciones de volver a pelear la jefatura de Gobierno en 2019).
Lousteau hoy enfrenta un escenario complejo: de ser el que desafió a Larreta y quedar a tres puntos porcentuales de ganarle al PRO la jefatura de Gobierno en 2015, hoy podría quedar relegado al tercer lugar.
El pase de Carrió y Ocaña en la Ciudad tuvo otra consecuencia: por primera vez el bloque del PRO en la Legislatura cuenta con más de la mitad de los votos: sumados los lilitos y los de Ocaña, tienen 32 legisladores, lo que les permitirá avanzar con mucho más impulso con las políticas que venían implementando en la Ciudad. Si Carrió hace la elección que le pronosticaban las encuestas, esa marca podría aumentarse en octubre. Y le hará complejo a cualquiera que no sea PRO gobernar la Ciudad en 2019. Ser jefe de Gobierno sin mayorías legislativas puede ser desastroso: si no, le pueden preguntar a Aníbal Ibarra, ausente en esta elección.
Filmus. El Frente para la Victoria hizo algo exótico en estas PASO: armó una competencia entre distintas listas. Es decir, que usó las PASO para lo que sirven. Competirán la lista de Filmus, que tiene las de ganar, con la de Guillermo Moreno y Gustavo Vera y con la de Itai Hagman y Jonathan Thea. Del resultado de esa elección, se armará una lista unificada. Un uso inteligente de las PASO le dio en 2013 a UNEN un resultado electoral muy bueno (como alianza, incluso, superó al PRO, que tuvo a Gabriela Michetti como candidata más votada). Habrá que ver cómo le va al kirchnerismo, que para esta contienda volvió a elegir a Filmus como principal candidato, escoltado como legislador por Mariano Recalde. Dos ex candidatos a jefe de Gobierno que fueron batidos por el macrismo y que hoy se vuelven a probar en las urnas.
El Frente para la Victoria hizo algo exótico en estas PASO: armó una competencia entre distintas listas. Habrá que ver cómo le va al kirchnerismo, que para esta contienda volvió a elegir a Filmus como principal candidato.
Massa. El líder del Frente Renovador tiene aspiraciones un poco más modestas en esta elección: bastaría que no le ocurra como en 2015, cuando su candidato a jefe de Gobierno, Guillermo Nielsen, no consiguió superar el piso de las PASO y quedó afuera de la elección general. Hoy un candidato con poco conocimiento –que apeló a spots delirantes para aumentarlo- como Matías Tombolini tratará de no quedar nuevamente fuera de la contienda. Si eso ocurre, volverá a probar que Massa no tiene un armado porteño. Su suerte quedó echada cuando Lousteau y los radicales que lo apoyan se negaron a cerrar con él.
La izquierda. Los distintos frentes de izquierda se volverán a medir hoy. Históricamente, los que más posibilidades tienen son el Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT) y el de Luis Zamora. Estos dos espacios suelen dividirse el voto y llegar a un juego de suma cero: ninguno de los dos alcanza el piso mínimo para conseguir una diputación. En la Legislatura, hay mejores probabilidades de que se sumen más candidatos de izquierda a la bancada.
Con todo el condimiento puesto en la provincia de Buenos Aires, la Ciudad también jugará sus batallas y, del resultado de hoy y del de octubre, se comenzará a delinear la ciudad futura y sus características.
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