- Sociedad
- 12.10.2017
IGUALDAD DE GÉNERO
El subte suma conductoras mujeres
Ya hay 105 mujeres al mando de las formaciones del subte porteño.
Hace quince años atrás salió a rodar la primera camada de conductoras en la red de subtes de Buenos Aires, hoy suman 105 sobre un total de 532.
Actualmente trabajan unas 105 mujeres en las cabinas de conducción, y otras 144 son guardas en los vagones de las seis líneas del subterráneo y el Premetro. Al igual que a las taxistas, no les resultó nada fácil hacerse un lugar en el rubro, donde por años no pasaron de las boleterías, según ellas mismas confirman a Clarín.
Con el paso del tiempo y las pequeñas luchas que fueron dando puertas adentro de la empresa, lograron trascender el sector de venta de pasajes para dar el salto a las formaciones. Demandó romper barreras, soportar más de un chiste machista y capacitarse a la par de los compañeros hombres, aunque siempre con mejores notas que ellos.
"De once compañeros que rendíamos exámenes, quedé primera; en el momento en que rendí yo, éramos 26, las seis mejores notas fueron de mujeres. Dicen que tenemos mejor mano", cuentan las conductoras.
"Pertenezco a la primera camada de mujeres que se pusieron al frente de las cabinas de conducción. Y en los primeros tiempos la gente miraba 'raro' y algunos incluso evitaban subirse al vagón. Lo que no saben los que tienen prejuicios sobre nosotras, es que las mujeres en la conducción somos capaces de lograr un alto nivel de concentración, somos muy responsables y estamos siempre alerta... Bueno, como la mayoría de las mujeres", opina a Clarín Stella Maris Caballero. Primera generación de conductoras, lleva 14 años manejando y trabaja en la línea E.
Roxana Centurión es licenciada en kinesiología y fisiatra; además conductora en la Línea A. Hace 24 años que trabaja en Metrovías y fue la primera guarda mujer que tuvo la Línea D. "Éramos poquitas. El principio de la convivencia fue duro, porque los varones estaban acostumbrados a estar solos y tenían su dinámica y costumbres... bah, mucho chiste desubicado y fútbol. Creo que las cosas fueron cambiando, para mejor".
Roxana está al frente de la Comisión de Derechos de Género y desde allí "venimos dando pequeñas luchas, que tienen que ver con lograr espacios propios, duchas, vestidores. Creo que ya estamos en un camino que es irreversible", contó a Clarín.
Edith Zárate, conductora en la B y con 13 años en la empresa, apunta: "Lo importante es que cuando subimos al tren, somos un equipo. No importa si salís con un hombre o una mujer guarda. La responsabilidad ante todo".
Todas recorrieron el camino típico hasta llegar a las cabinas: pasaron de atender en las boleterías, a cumplir la función de guardas y luego conductoras. "La empresa hace una convocatoria abierta, hombres y mujeres. Hay que postularse, luego comienzan los cursos -que son de 45 días de una escuela pedagógica técnica- y en función de cómo te vaya en estos cursos quedás habilitada, o no, a rendir el examen final. Para mí lo más importante es que te permite escalar posiciones y aspirar a una mejora en el sueldo en las mismas condiciones que los hombres. Las mujeres que tienen más años en la empresa cuentan que de la boletería no pasabas", dijo María Florencia Santilli que conduce hace cinco años.
Mariela Ghio hace doce años trabaja en Metrovías. Arrancó como boletera en la Línea A, luego fue guarda en la H y hace cinco años conduce. "Siempre decimos que estos vagones modernos y nuevos se manejan solos. Tenemos una jornada de trabajo de seis horas porque hemos luchado mucho para obtenerla. No es fácil trabajar bajo tierra, y si bien nunca ha pasado nada grave, el manejo con los pasajeros es también un tema estresante", relató Mariela.
Actualmente la empresa tiene casi 5.000 empleados. De ellos, 532 son conductores: 427 hombres y 105, mujeres. Y hay 433 guardas: 289 son hombres y 144 son mujeres. Las cifras están lejos de ser igualitarias.
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