- Sociedad
- 26.10.2017
TRANSPORTE PÚBLICO
Realizaron el Sardinazo, una original protesta en el subte
Ayer miércoles, se realizó una manifestación performática en el subte D, a la que bautizaron Sardinazo, para visibilizar y desnaturalizar las malas condiciones en las que viajan a diario los usuarios.
Ayer miércoles, se realizó un Sardinazo en la Línea D de subtes para reclamar por las condiciones en que viajan los usuarios. Se trató de una manifestación performática de carácter humorístico que busca visibilizar y desnaturalizar las malas condiciones en las que viajan a diario los usuarios del subte. Habrá sardinazos durante todo noviembre en las distintas líneas de subte de la Ciudad.
Mala frecuencia, promesas incumplidas, desperfectos mecánicos, ruidos inhumanos, goteras, falta de inversión, falencias en las compras de coches, subejecución del presupuesto destinado, falta de ampliación, estaciones inaccesibles y años de espera son algunas de las problemáticas que generan que los usuarios continúen viajando en pésimas condiciones, en especial, en las horas pico. Estas son algunas de las quejas que señalaron los organizadores de la protesta.
“Con el fin de poner en agenda la situación actual de los subterráneos de Buenos Aires, decidimos encarar este proyecto teniendo en cuenta el vencimiento del contrato con Metrovías en diciembre de este año y el inminente debate de los proyectos de ley presentados en la Legislatura porteña por distintas fuerzas políticas. Estas intervenciones performáticas buscan generar repercusión en las redes sociales y en distintos canales de comunicación para abrir espacios de debate entre los usuarios y así promover el intercambio de ideas con información actualizada sobre el estado del subte, incentivando la participación ciudadana”, explican a Noticias Urbanas desde la organización.
El grupo Sardinazo está compuesto por usuarios del subte que se encuentran cursando la Diplomatura en Producción Cultural de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (UBA). “Como estudiantes y trabajadores de a pie nos enfrentamos diariamente a como “sardinas enlatadas” y decidimos emplear nuestras herramientas culturales para buscar una transformación social de esta problemática”, cuentan.
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