Prioridad peatón e historia argentina: El Gobierno porteño impulsa obras en Plaza de Mayo

Quienes circulan por el centro porteño habrán notado cómo la Plaza de Mayo se encuentra vallada, en plena obra en construcción en la zona lindera a la Casa Rosada. Una parte del piso fue removido y hay personal que trabaja en el césped que rodea a una de las fuentes. Pero ¿de qué se tratan las obras?

Según informaron desde el Ministerio de Ambiente y Espacio Público proteño, el objetivo es la puesta en valor del eje cívico compuesto por Avenida de Mayo y sus extremos, que incluyen a Plaza de Mayo y Plaza Congreso.  Bajo la premisa de "prioridad peatón", se ensancharán las veredas y senderos peatonales y se le quitará un carril a Hipólito Yrigoyen y otro a avenida Rivadavia con el objetivo de aumentar la superficie de la Plaza. Además, se buscará mejorar la iluminación del piso, colocarán canteros con bancos, grupos de árboles y palmeras.

El ministro de Ambiente, Eduardo Macchiavelli, le dijo al diario Clarín que "para decidir la obra se realizó un estudio completo de la historia de la Plaza, con las distintas transformaciones sufridas a lo largo del tiempo y su estado actual. La idea rectora es mantener los vestigios de la traza original, donde el eje central estaba despejado atravesando tres espacios circulares, flanqueados por grandes canteros verdes dentro de cada uno de los cuales hay una fuente".

Además, el funcionario agregó que “esta plaza es uno de los puntos de encuentro más emblemáticos de la Argentina, es la más antigua e importante de la Ciudad, la que nos vio crecer como país y que habla por nosotros al mundo entero. Es un ícono, y todo su entorno es un atractivo para turistas que visitan nuestro país. Su puesta en valor busca hacer de este espacio un lugar de encuentro y de disfrute urbano”.

Respecto a la historia que contiene la Plaza, desde el Gobierno porteño adelantaron que continuarán pintados en el piso los pañuelos blancos de las Madres de Plaza de Mayo. Sin embargo, aún no se sabe qué ocurrirá con la réplica del cementerio de Darwin para los caídos en Malvinas. Son 18 cruces blancas que fueron instaladas por los integrantes del Campamento TOAS (Teatro de Operaciones del Atlántico Sur), quienes acampan hace casi una década allí, para que se los reconozca como veteranos de guerra.

La obra que lleva adelante el Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño tiene un presupuesto de $43.792.575 y estiman que esté finalizada para el primer cuatrimestre del año que viene.