Muchos museos cuentan con hermosos espacios para comer

La tendencia en los museos es convocar al aire libre, para comer algo al final de una recorrida, hay clásicos y de vanguardia. Ocupan escenarios bucólicos y de arquitecturas que los embellecen. En muchos hay lugar para la cocina elaborada.
 
Te presentamos algunos:
 
La Abadía Centro de Arte y Estudios Latinoamericanos
 
En el conjunto edilicio que integran la antigua abadía de San Benito Abad y la iglesia homónima, ubicado en Gorostiaga y Luis M. Campos, donde se destacan las cúpulas en lo alto de la barranca. La abadía palermitana, diseñada por el presbítero y arquitecto Eleuterio González, fue residencia de los monjes benedictinos en los años 20, que la ocuparon durante su construcción y la abandonaron en la década del 70 para mudarse a Luján. La obra quedó inconclusa. En 2015 renació gracias al mecenazgo, reconvertida en activo centro cultural especializado en el arte latinoamericano.
 
A La Abadía Café BA se accede por un largo sendero delimitado. Al final aparecen la cafetería, el gran jardín, su claustro. La carta propone tres variantes de hamburguesas, dos de lomitos, y otro tanto de “lomito” de pollo. Pizzas, ensalada, papas fritas, tostado de jamón y queso. Tres tipos de muffins, tres de cookies, cheesecake de frambuesa o frutos rojos, brownie, Rogel y medialunas.
 
Museo de Artes Plásticas Eduardo Sívori
 
Destinado a la producción de arte nacional desde 1938, donde se pueden ver obras de Spilimbergo, Horario Butler, Aquiles Badi, Héctor Basaldúa. Afuera, en el hermoso entorno verde del parque 3 de Febrero, en la confitería del museo se puede disfrutar de una porción de cheese cake junto a un café o una crêpe de setas (hongos).
 
Museo Nacional de Arte Decorativo
 
En el majestuoso palacio Errázuriz Alvear funciona Croque Madame. Fue construida en 1911 según un proyecto del arquitecto francés René Sergent para el diplomático chileno Matías Errázuriz y su esposa, Josefina de Alvear.
 
Don Matías Errázuriz Ortúzar hizo construir este palacio para dar cabida a las obras de arte atesoradas en sus múltiples viajes como embajador de Chile. En 1937, la propiedad fue adquirida, con lo mejor de su mobiliario y decoración, por el Estado argentino y, desde 1944, es sede de la Academia Argentina de las Letras, la Academia Nacional de Bellas Artes, el Museo Nacional de Arte Decorativo, y el Museo de Arte Oriental. Es la única mansión de estilo francés de Buenos Aires abierta regularmente al público.
 
El restaurante funciona en la casita que ocupaba el portero, con estar y cocina en planta baja, dormitorio y baño en el primer piso. Se pueden degustar woks, pastas, algunas carnes; de postres la tradicional crème brûlée, torta bomba, tarte Tatin de peras y croque madame: pan dorado en manteca, queso gruyère, jamón cocido y huevo a la plancha.
 
Croque Madame tiene la concesión de otros dos importantes museos: el de Arte Español Enrique Larreta y el que alberga la Colección de Arte Amalia Lacroze de Fortabat, más conocido como Museo Fortabat. El edificio diseñado por el arquitecto uruguayo Rafael Viñoly alberga a las obras del arte argentino que abarcan del siglo XIX al presente, se añaden más de 200 obras de artistas de diversos orígenes y estilos, y objetos antiguos provenientes de Grecia y Egipto.
 
Museo Evita
 
Desde el 26 de julio de 2002 está ubicado en una casona palermitana de principios del siglo XX, obra del arquitecto Estanislao Pirovano. La misma fue comprada por la Fundación Eva Perón en 1948 para albergar a niños y mujeres sin hogar, y hoy pertenece al Instituto Nacional de Investigaciones Históricas Eva Perón, dependiente del Ministerio de Cultura de la Nación.
 
La entrada al restaurante es por José María Gutiérrez 3926, calle a la que se abre el patio de la casa. La cocina está a cargo del chef Juan Frías y las opciones son carnes, pastas, pescados, frutos de mar, vegetales. Los platos dan para ser compartidos, la marquise de chocolate es el mejor final.
 
MALBA
 
El restaurante del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires está en restauración junto con el resto de las instalaciones de la planta baja del museo. Abrirá sus puertas un nuevo local de Ninina Bakery que ya tiene un local en Palermo.
 
Inaugurado en septiembre de 2001, el MALBA atesora y exhibe unas 400 obras de artistas latinoamericanos del siglo XX a la fecha. Propiedad de Eduardo Costantini, ocupa un edificio de estilo deconstructivista realizado por los arquitectos Gastón Atelman, Alfredo Tapia y Martín Fourcade.