La desesperada carta de una vecina de la Villa 31 ante la amenaza del desalojo

Valeria Ibarra, vecina de la Villa 31 y mamá de cuatro hijos, escribió una dura carta para dar a conocer su situación y la de otras familias, perseguidas por el fantasma del desalojo. “La gente que vive afuera de la villa debe enterarse cómo maquillan esta gestión”, escribió en la revista La Poderosa, y alertó que “el mismo Gobierno de la Ciudad que incumplió todas las leyes de urbanización y sub-ejecutó todos los presupuestos de vivienda me amenaza con expulsarme de la manzana 12, porque ‘aprobaron el cambio de traza de la Autopista Illia’, ¡sin escuchar a los vecinos!”.

En su escrito, Ibarra contó que en la Villa 31 nacieron tres de sus cuatro hijos y que allí invirtió el préstamo que obtuvo con su marido para pagar “hasta el último ladrillo de nuestra casa”. Sin embargo, el Gobierno porteño le dio un ultimátum para dejar el barrio.

“El jueves quisieron levantar una pared en la manzana 14 bis, para dividir las casas nuevas de las viejas, pero todos nos opusimos porque querían construirla en la puerta de las casas, ¿entienden? Una barbaridad que nunca saldrá en la televisión, como tampoco salen las maniobras del gobierno para amedrentar a la comunidad”, advirtió la mujer. Y agregó: “Sinceramente ya no sabemos cuánto resistiremos, porque parecería que ya no tenemos opción si nos quedamos… ¿Y si nos vamos? ¿La tenemos? Quizá por eso, nos vemos obligados a quedarnos, aun cuando nos recuerdan que hay jueces ansiosos por firmar la orden que decrete nuestro desalojo, una posibilidad que varios funcionarios descartaban durante la campaña”.

“Somos 100 familias por ahora, pero intentan engañar a muchas más. Y la gente que vive afuera de la villa debe enterarse cómo maquillan esta gestión, porque generaciones completas de lucha forzaron la Ley de Urbanización 3343, cuyo artículo 6º dice que ‘la Mesa de Gestión y Planeamiento convocará a delegados y vecinos para expresar su voz en toda aquella decisión que los afecte especialmente’. Pero eso jamás ocurrió. Hoy, cada ladrillo de la 31 tiene su historia y una memoria que custodiamos, porque grafica la obra maestra de la desigualdad”, completó Ibarra, para dar a conocer una situación que no llega a las pantallas de los noticieros.