- Opinion
- 09.01.2018
OPINION
De la inflación colesterol al asado alquilado
Según el Indec, en 2016 hubo una contracción de la actividad de 2,3%, en contraste con la suba de 2,6% del 2015, esperamos que los índices del 2017 sean al menos igual de malos que el último año de la larga noche kirchnerista y no tan buenos como el primer año de Cambiemos, ese en el que el gobierno logró frenar una crisis tan inminente como esquiva contrayendo el PBI.
Durante la misma conferencia de prensa, el ministro de Hacienda Nicolás Dujovne anunció que el Banco Central había decidido "recalibrar" las metas de inflación en función de los objetivos del gobierno- pero en total independencia de éste, como señala el credo liberal- y pronosticó que en 2018 será del 15% y alcanzará un dígito en 2020, es decir cuando ya no sea este gobierno el que intente bajarla. Con el Banco Central y el gobierno ocurre como con nuestros periodistas serios y los accionistas de los medios en los que trabajan: llegan a las mismas conclusiones pero de forma independiente, y eso es lo importante.
En todo caso, así como la inflación del ministro oriundo del marxismo Axel Kicillof nos llevaba hacia el abismo venezolano, la misma inflación pero con el ministro Dujovne nos conduce hacia un sendero de crecimiento noruego. Además, pese a ser similar al altísimo índice de 2015, el actual índice es tan bajo y controlado que se puede relajar el objetivo de reducirlo, hasta ayer primordial. Ocurre que la inflación alta es como el colesterol, la hay buena y la hay francamente mala.
En estos días supimos que la ministra de Seguridad Patricia Bullrich decidió ascender a Emmanuel Echazú, el único gendarme imputado en el caso de la muerte de Santiago Maldonado. Es un gesto encomiable, aunque si el gobierno no premia también al prefecto que mató a Rafael Nahuel de un balazo en la espalda, la opinión pública puede empezar a descreer de la tan mentada meritocracia.
Elemento central de nuestra #JusticiaFabioZerpa, de máxima creatividad, la novedosa doctrina Irurzun justifica la orden de detenciones de ex funcionarios ya que por sus contactos, lazos o relaciones creadas por el poder que tuvieron, puedan entorpecer el avance de una causa. Ahora que el ministro de Agroindustria Luis Miguel Etchevehere fue indagado por estafa y administración fraudulenta esperamos que el fiscal que solicitó la medida no se de cuenta que el funcionario tiene más posibilidades de entorpecer la investigación de la que es objeto que Amado Boudou, Milagro Sala, Julio De Vido, Luis D’Elía o Héctor Timerman. En lugar de reposar “sin estridencias en Punta del Este”, el pobre ex presidente de la Sociedad Rural pasaría el verano en el penal de Ezeiza o en el de Marcos Paz como un vulgar delincuente presunto kirchnerista. Dios no lo permita.
Sin duda preocupado por la caída del poder adquisitivo que generan las políticas de su gobierno, el ex ministro y actual legislador porteño Andy Freire propuso que la gente alquile “su quincho, su jardín” o incluso “su asado” durante las vacaciones, para generar un ingreso extra. Es una idea innovadora que se podría ampliar hacia aquellos que carecen de quinchos, jardines, asado o incluso vacaciones pero que podrían ofrecer en alquiler su cama mientras salen a trabajar o su dentadura postiza mientras no mastican. Como bien dice el ministro emprendedor, “si no lo hacés es porque no querés”.
Todo lo que quieran pero ya no le tenemos miedo al censista.
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