En el debut de Buenos Aires Playa no hubo agua

El Parque de los Niños inauguró ayer miércoles a las 10 horas, como parte de la décima edición del programa Buenos Aires Playa, con un problema: el suministro de agua se interrumpió al mediodía y volvió a las 18 horas, dos horas antes del horario de cierre. No hubo juegos acuáticos y funcionó solo un puesto de duchas; fue por la rotura de un caño maestro.
 
"Los juegos están buenos y la vista es hermosa, pero si no me aseguran que hay agua no vengo otra vez, porque estamos insolándonos", dijo a La Nación Claudia Muñoz, una de las 3.000 personas que concurrieron al Parque. Ayer se registraron 38°C de sensación térmica en la Ciudad.
 
En el promocionado sector de juegos acuáticos, que agrupa toboganes, pasarelas e imitaciones de hongos y palmeras de dos metros que deberían largar agua, apenas quedaban unos charcos.
 
"Es un caño que se rompió. Ya estamos trabajando para arreglarlo", explicó a La Nación Manuel Olivos, empleado de la administración, aunque no supo decir los plazos de resolución del problema. "El agua está funcionando de manera intermitente, pero se ha hecho todo lo posible para que las personas y los chicos disfruten", reconoció una empleada del sector de playa.
 
En una especie de choza abierta de unos diez metros de largo, con techo de paja a dos aguas que contiene cuatro rociadores, había suministro. Debajo se apiñaban unas 30 personas, entre adultos y niños, que se turnaban como podían para mojarse y encontrar un poco de alivio a las altas temperaturas.
 
El Parque de los Niños tiene una playa principal con vista al Río de la Plata y varios areneros menores repletos de sombrillas y reposeras de color amarillo intenso, además, tiene varios atractivos para todas las edades: un circuito aéreo de sogas que culmina en una tirolesa, un ajedrez de piezas gigantes, varios castillos inflables, un samba y un barco pirata.
 
Pero en las 32 hectáreas que ocupa el parque, no hay un solo bebedero público. Solamente hay algunas canillas en el sector de los baños, a unos 300 metros de la playa principal. Se puede comprar bebidas frías en quioscos concesionados donde la botella de agua mineral de medio litro cuesta $35 y la lata de gaseosa, $40.
 
El inconveniente ocurrió por la ruptura de un caño maestro, que debió ser vaciado por completo para su reparación. Alrededor de las 18 horas, seis horas después de la falla, finalmente pudo ser reparado. Desde el Gobierno porteño aseguraron que hoy la playa "definitivamente abrirá sus puertas" con normalidad.
 
Las dos playas urbanas abren de martes a domingo y los feriados, de 10 a 20 horas, hasta el 28 de febrero.