Vecinos reclaman una gestión participativa en el Centro Cultural 25 de Mayo

Los vecinos de Villa Urquiza lograron salvar el histórico cine teatro 25 de Mayo y convertirlo en un centro cultural, en el 2007. Sin embargo, parte de su sueño no se realizó porque el Gobierno de la Ciudad nunca cumplió con un acuerdo que les garantizaba la gestión participativa y por esto están pidiendo una reunión con las autoridades del espacio, informa Página 12.
 
En el ahora Centro Cultural 25 de Mayo, ubicado en la avenida Triunvirato 4444, funcionó un cine teatro, que fue fundado en mayo de 1929 y que también fue conocido como Petit Colón. En 1933 cantó Carlos Gardel. Luego permaneció cerrado durante 25 años, hasta el invierno de 1982. A fines de 2003, un grupo de vecinos que se había conocido en la Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Villa Urquiza logró que la gestión del entonces jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra, lo comprara. Además, el grupo firmó un acta acuerdo de trabajo en conjunto con la Secretaría de Cultura, a cargo en ese momento de Gustavo López. Las puertas abrieron en 2007, aunque la inauguración oficial fue en marzo de 2008, ya con Mauricio Macri en el Gobierno de la Ciudad.
 
“En marzo de 2004, cuando entramos por primera vez, ya se estaba preparando el boliche bailable. Le habían sacado la pendiente al teatro, estaba vaciado, se habían llevado las butacas. Se había hecho un desastre, incluso ya habían hecho la barra, donde hoy están los baños y ascensores. Así que lo salvamos justo”, recuerda a Página 12 Mario Masquef, uno de los miembros de “Vecinos por el 25 de Mayo”.
 
En los últimos años, los vecinos consiguieron que tanto el coro como el grupo de teatro comunitario Los Villurqueros ensayaran en el centro cultural y desarrollaran actividades. También hay milonga los domingos. Pero no es suficiente, están pidiendo una mayor inclusión, más acorde a la historia de esta lucha. En concreto, quieren que funcione un cine, talleres de formación a precios accesibles o gratuitos y lugar para producciones propias. Que la institución responda a las necesidades del barrio.
 
“Nuestro objetivo es consensuar el rumbo cultural. Presentamos, inclusive, un proyecto de ley para una gestión consensuada entre el Gobierno y los vecinos. No queremos tocar dinero ni ser funcionarios, sino discutir el diseño cultural”, resume Masquef.
 
El proyecto de ley, que nunca fue tratado, buscaba asegurar la participación de los vecinos más allá del signo político gobernante. Reconocía su importancia en la recuperación y establecía que su protagonismo no debía agotarse en esa instancia, sino que debía también volcarse en la gestión, el diseño y la evaluación de políticas culturales. Para todo esto, proponía la constitución de una mesa de gestión consensuada, integrada por referentes de Vecinos por el 25 de Mayo, la entonces Secretaría de Cultura porteña, el director y el administrador del centro cultural y un representante de los trabajadores.
 
“El actual no es el proyecto de los vecinos. Este espacio se recuperó para el desarrollo de un proyecto participativo, integral, pensado, planificado, programado. No es un centro cultural más”, protestó a Página 12 Mónica Dittmar, otra de las vecinas. También, indicó que el espacio debería pertenecer a la Comuna 12 y no al Centro Cultural Recoleta como pasa actualmente, para que se vea favorecida su autonomía y para la inclusión de la comunidad en las decisiones. “No se trata de que nos den migajas, sino de que se desarrolle un proyecto orientado más a la inclusión social que a negocios y eventos.”
 
La directora de la institución desde abril de 2016 es la actriz y directora teatral Monina Bonelli quien se comprometió a ampliar el vínculo con la comunidad. “El trabajo con el 25 trata no de inventar, sino de escuchar, entender lo que pasa y hacer foco en determinadas cuestiones. La identidad del centro cultural tiene que ver con su historia, que no solamente se remonta a la reapertura, sino que en sus orígenes fue construido por voluntad de los vecinos. Estamos en relación con ellos. A veces, las gestiones son más cortas de lo que demandan las construcciones. Este año, para el cumpleaños del centro cultural, nos interesa intensificar el vínculo”, explicó a Página 12 Bonelli.
 
La directora aseguró que trabajará en tres aspectos centrales del reclamo de los vecinos: la vuelta del cine y talleres y clases magistrales gratuitos o a bajo costo, con la idea de posteriores montajes.
 
Otro tema cuestionado por los vecinos es el del alquiler de la sala a escuelas privadas y empresas, sobre esto Bonelli apuntó: “Los espacios de la Ciudad son factibles de ser alquilados. Y esos ingresos se suman al presupuesto de la institución. Nosotros trabajamos muy poco con alquileres. Este año trabajamos muchísimo con instituciones del barrio, educativas, cediendo el espacio. Alquilamos el lugar si tenemos la capacidad y no afecta a nuestras actividades y misión”.