La Policía de la Ciudad comenzó el 2018 con impugnaciones y sanciones

La Policía de la Ciudad es una fuerza de seguridad nueva pero que ya cuenta con numerosos antecedentes represivos y polémicos. Creada por la Legislatura porteña en noviembre de 2016, comenzó a estar operativa en enero del año pasado e inauguró sus tareas con una feroz represión a los manteros de Once. Luego, siguieron la razzia a mujeres luego de la marcha por el 8 de marzo y la represión a una movilización por Santiago Maldonado o contra la reforma previsional en el Congreso, por mencionar sólo algunos casos.

En este contexto, con sólo un año de vida, la fuerza de seguridad de la Ciudad comenzó el 2018 con una impugnación presentada contra su jefe, Carlos Arturo Kevorkian y el pedido de una sanción disciplinaria para el subcomisario Sergio Abel Stodulski, a cargo de la seccional 13º, por negar la atención médica a una persona herida y detenida durante la represión en el Congreso.

La Liga Argentina por los Derechos del Hombre (LADH) es quien denunció el proceso de designación del jefe de la Policía, y argumentó que el Gobierno porteño omitió información clave sobre su trayectoria. De este modo, por las lagunas en el expediente, no es posible determinar qué rol jugó Kevorkian durante la dictadura cívico militar.

Según explicó José Schulman, titular de la LADH, a Página 12, “lo cuestionamos junto a (subjefe de la fuerza de seguridad) Gabriel Oscar Berard como responsables de la represión de diciembre. Pero el jefe principal también estuvo involucrado en el crimen de un hincha de fútbol. Acá se pretende legitimar un perfil de Policía de la Ciudad que no se compadece con la democracia, con los derechos humanos y mucho menos con la seguridad de la población porteña”.

De este modo, denunció que el Gobierno porteño presentó los antecedentes del actual jefe de la Policía de la Ciudad "de una manera intencionalmente incompleta, que impide a la mayor parte de las personas controlar debidamente dichos antecedentes ¿Qué hizo Kevorkian durante la última dictadura? Tampoco es posible decirlo, ya que los magros ‘antecedentes’ publicados ni siquiera permiten asegurar en qué reparticiones y con qué grados prestó servicio durante ese período”.

Además, recordó que no hay "duda acerca de la actuación de Kevorkian como jefe de la Circunscripción IV el 25 de junio de 2005, cuando Fernando Blanco, de 17 años, hincha de Defensores de Belgrano, que había concurrido a presenciar un partido contra Chacarita, fue golpeado por personal policial (uniformados y de civil –entre los cuales se habría encontrado Alejandro Rivaud, personal de inteligencia de la PFA, luego subordinado de Kevorkian en la Metropolitana–) y luego detenido, tras lo cual fue internado y finalmente, falleció a los pocos días”.

No es el único hecho violento que se le imputa. Recientemente, Kervokian tiene una causa judicial abierta porque fue querellado por uno de lo smanifestantes que el 18 de diciembre perdió su ojo derecho en la represión en el Congreso. “Imputo la comisión del mismo delito, en carácter de coautores, al jefe de la Policía de la Ciudad, Carlos Kevorkian; al Ministro de Justicia y Seguridad, Martín Ocampo; al Secretario de Seguridad, Marcelo D’Alessandro y al Jefe de Gobierno porteño, Horario Rodríguez Larreta”, dice el escrito que presentó Horacio Daniel Ramos, del FOL (Frente de Organizaciones en Lucha).

Pero las impugnaciones no se quedan en la cúpula de la fuerza de seguridad porteña. También apuntan, por ejemplo, al subcomisario a cargo de la seccional 13 de Caballito. La Defensoría del Pueblo porteña le elevó un escrito al ministro de seguridad Martín Ocampo, en el que manifestó que: “De acuerdo al informe producido por los doctores Florencia Kravetz y Fernando Bertolotti, en oportunidad de concurrir a la Comisaría 13 a cumplir con las obligaciones legales propias y solicitar que se le suministrara medicación a uno de los detenidos que la requería con urgencia en razón de padecer una afección grave, el subcomisario Sergio Abel Stodulski se negó a proporcionársela alegando que el detenido ya había sido examinado por el médico legista y que él no era responsable por su salud”.