La Defensoría tuvo que intervenir para que Edesur no dejara sin luz a una nena electrodependiente

Antonella tiene cuatro años y vive en Villa Soldati. Nació con una grave malformación cerebral y su vida depende de un respirador. Pero la semana pasada Edesur le había dado a su familia el ultimátum para que en un plazo de una semana instalara un medidor: de lo contrario, le cortarían la luz. Fue necesaria la intervención de la Dirección de Servicios Públicos y el Centro de Atención a Inquilinos de la Defensoría del Pueblo porteña para evitar el corte de suministro eléctrico.

A partir de la acción del organismo se consiguió que la empresa prestadora del servicio de electricidad instalara el medidor y suspendiera el corte de forma indefinida. Además, la entidad está trabajando para que se registre a la familia como usuario electrodependiente y se le dé acceso a la gratuidad del servicio, tal como lo establece la Ley 27.351 de Electrodependientes.

La familia de Antonella se encontraba desesperada porque el dueño del departamento que alquilan no presentaba los planos ante Edesur para proceder con el trámite. Y la empresa amenazaba con cortar el servicio, sin contemplar que la niña padece hidrocefalia y necesita de un respirador que “hace de pulmón” cuando detecta que la menor deja de respirar. Cuando no hay luz, el artefacto sólo tiene autonomía para funcionar durante tres horas.

Además de tener que lidiar con Edesur, la familia de la nena lucha por no perder la vivienda que alquila. Según contó su mamá, el dueño del departamento estuvo años sin hacer el trámite para colocar el medidor que exigía la compañía. Y durante una discusión llegó a decirle: “Si sabía que tenías una hija discapacitada, no te lo alquilaba".