- Sociedad
- 14.09.2018
SALUD
Los padres de la primera víctima de la bacteria estreptococos denuncian mala praxis
Mientras crece la preocupación tras las seis muertes por la bacteria estreptococos pyogenes en distintas partes del país, los padres de la primera víctima en la Ciudad denunciaron que su hijo no fue diagnosticado ni tratado a tiempo, pese a que lo llevaron a cuatro hospitales desde que levantó fiebre. El nene tenía casi cuatro años y vivía en la Villa 21-24.
Foto: Marcha.
Jano estaba a punto de cumplir cuatro años y vivía en la Villa 21-24 de Barracas. Fue la primera víctima de la bacteria estreptococos pyogenes. Sus padres apuntan contra la responsabilidad del Estado y aseguran que su muerte era evitable. El nene pasó por cuatro hospitales, no fue diagnosticado ni tratado a tiempo.
“Mi nene empezó con fiebre el jueves de la semana pasada. El viernes lo llevé a la salita del barrio, al Cesac 35, y me mandaron a hacer una placa al hospital Penna. Ese mismo día me voy al Penna, le hacen la placa y me dicen que debe ser gripe, me mandan con ibuprofeno a casa”, contó Valeria, la mamá de Jano, en una entrevista de la periodista Carina López Monja para el portal Marcha.
“Durante todo el fin de semana estuvo con la medicación y la fiebre le bajaba y le volvía a subir. El lunes, preocupada porque seguía igual, me fui al Hospital Garrahan con la placa. Había tanta gente que salí a la medianoche del hospital. Ahí le miran la placa, le hacen otra y me dicen que neumonía no es. Yo respondí que a él le dolía la parte del pulmón y la cabeza. Me contestaron que a veces cuando los chicos tienen fiebre les duele todo”, continuó.
“Esa noche me mandaron con Ibuprofeno a mi casa. El martes baño a mi hijo porque había empezado con diarrea y le veo las manchas en el cuerpo: en la mano, en la panza, lo llevo corriendo a la salita, pensando que era sarampión. Ahí le vieron manchas en la lengua me mandaron a hacer un hisopado. En el Penna lo revisan en la guardia del hospital, le doy la orden del hisopado y me responden que ese estudio no necesita hacerlo. Me mandan a hacer placas de nuevo y ahí dicen que tiene neumonía y lo dejan internado”, relató la mujer.
Y siguió: “A la noche le hacen le hacen una eco y me explican que tiene líquido en el pulmón diciéndome que se lo tienen que drenar, que me iban a derivar al hospital Gutiérrez, al Casa Cuna o al Garrahan porque ellos no tenían los métodos ni las herramientas para hacer un drenaje. Al día siguiente me dicen que Jano no necesita drenaje. Horas después viene una doctora que le midió el pulso y me dice ‘Mami, tu hijo se está quedando sin pulso’. Me llevan a otra sala, me dicen que salga. Ahí lo entubaron. Tuvimos que esperar al terapista, lo hicieron todo de urgencia y Jano gritaba que quería venir conmigo, que no quería que le hagan eso. Ya no respiraba bien. Esos gritos son lo último que escuche de él”.
El relato de Valeria es desgarrador. “Después me dijeron cosas de todo tipo. Primero que le había agarrado un paro. Después, que lo había superado. Después, que estaba estable y si lo quería ver. Cuando lo veo me largo a llorar porque ya no era mi nene. Estaba en coma, me dijeron que ellos son los que lo pusieron en coma para que no sienta el dolor, estaba todo hinchado. Me habían dicho ‘lo estamos ayudando a respirar, está estable’. Ahí en el Penna paso otra noche y me dijeron que cuando se estabilizara lo iban a trasladar al Elizalde. Cuando me dicen que lo trasladan, hacen todo rápido, bajan el ascensor, todo rápido. Pero claro, en la ambulancia una máquina no andaba, faltaban mangueritas. Ellos mismos decían ‘cómo no anda esto, qué pasa acá’. La máquina iba conectada a mi hijo y yo rogando que no se me muera. Por suerte arreglaron la maquinita, trajeron la manguerita y arrancamos”.
“En el Casa Cuna me dicen que era mucho el riesgo de vida que tenía mi hijo. Duró todo el miércoles. En el medio nos dicen que tiene una enfermedad nueva. Recién supieron de la bacteria al final. Jano murió el jueves a las 10.05. Podrían haber hecho algo antes pero no pasó. Y a Jano no me lo devuelve nadie”, lloró Valeria.
“Nos mintieron en todo. Nos dijeron que no nos podían dar la historia clínica, después que estaba en un lado, en otro. Hasta que no hicimos la denuncia no nos dieron nada. En el Penna ‘perdieron’ la orden de hisopado que llevamos de la salita y que nunca le hicieron. Recién cuando hicimos la denuncia empezaron a dar respuestas”, aseguró Daniel, el papá del nene.
“Yo no quiero que le pase a otros chicos lo que le paso a Jano. Por eso hablo con las mamás del barrio, que no se queden con lo que les diga el médico, que se muevan, que cuiden a los chicos. Las guardias están colapsadas y nadie te explica nada. Los chicos están contagiando entre ellos y se siguen sumando las víctimas. El hombre de seguridad del Penna dice que ahí nomás en la guardia murió una nena por esperar el numerito. Y no sale en ningún medio. Se está pudriendo todo y nadie dice nada”, exclamó Valeria.
Ayer, en conferencia de prensa, la ministra de Salud porteña, Ana María Bou Pérez, afirmó: “Queremos transmitir a la gente que nos estamos ocupando del tema. Tenemos los médicos y los medios para poder atender a quien lo necesite”.
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