Instalarán baños públicos en bajo autopistas y parques

En los predios bajo las autopistas de la Ciudad ya no habrá estacionamientos o depósitos, sino locales comerciales y espacios verdes. Pero además, tendrán baños públicos, que serán construidos y mantenidos por quienes ganen las licitaciones para explotar los predios. Así lo votó la Legislatura porteña el último jueves, informa Clarín.

La idea es empezar por la modificación de 75 predios debajo de la autopista 25 de Mayo, y luego continuar por las demás vías rápidas. No habrá desalojos, sino que los terrenos se licitarán a medida que vayan terminándose las concesiones actuales. Tampoco se tocará ningún predio que haya sido cedido a clubes de barrio, centros de jubilados o instituciones sociales. Además, si algún privado quisiera poner canchas de fútbol 5 u otra instalación deportiva, deberá ceder parte de su horario para los alumnos de las escuelas públicas de la zona.

La idea es que los bajo autopista se integren a los barrios con locales comerciales, espacios públicos, pasajes peatonales, superficie verde, mobiliario urbano, murales, iluminación y otros equipamientos. Como parte de ese contrato, los privados deberán instalar baños públicos y hacerse cargo de su mantenimiento. Deben tener un ingreso directo desde la calle, es decir que el que quiera usarlo no tenga que ingresar al local. Y funcionarán en el mismo horario en que esté abierto el comercio.

La Legislatura trataría este jueves otro proyecto para instalar baños públicos en los grandes parques de la Ciudad. El proyecto ordena la instalación de sanitarios en aquellos parques de más de 3 hectáreas. Quedarían incluidos por ejemplo el Parque Tres de Febrero, Parque Centenario, el Indoamericano, el Parque Lezama y otros espacios verdes. Allí, las instalaciones deberán ser hechas con un diseño que respete la fisonomía del parque y los sanitarios deberán contar con un espacio con cambiadores para niños, a los que puedan acceder tanto hombres como mujeres.

La carencia de baños públicos en la Ciudad es un problema. La ordenanza N° 46.798, aprobada en 1993, obliga a los bares, restaurantes, estaciones de servicio y otros comercios a permitir el ingreso de la gente a los baños, pero casi nadie lo cumple.