- Sociedad
- 08.05.2019
NEGOCIADOS INMOBILIARIOS
Un pedido desde Villa Crespo para Serrat y Sabina: “Que no contribuyan al negocio de poderosos”
Los artistas tienen shows previstos para noviembre en el cuestionado Megaestadio Arena. Vecinos autoconvocados emitieron un comunicado para advertirles que “están siendo contratados para presentarse en un estadio que está inhabilitado judicialmente, cuyo funcionamiento dañará profundamente un hermoso barrio”.
Para noviembre próximo, Joaquín Sabina y Joan Manuel Serrat tienen anunciados tres conciertos en el cuestionado Megaestadio Arena de Villa Crespo. Vecinos y vecinas que siguen en lucha contra ese espacio les pidieron a los artistas que “no contribuyan con su talento y su arte al negocio de poderosos que siempre han estado en la vereda de enfrente de todas las cosas en las que ellos creen”.
“Admiramos la inmensa calidad artística de Joaquín Sabina y Joan Manuel Serrat, así como reconocemos su nobleza y su coherencia de pensamiento. Por este motivo y ante los shows que tienen planificados en este monstruo de cemento, les decimos que están siendo contratados para presentarse en un estadio que está inhabilitado judicialmente, cuyo funcionamiento dañará profundamente un hermoso barrio de la ciudad que los ama”, expresaron mediante un comunicado los vecinos autoconvocados de Villa Crespo.
“Denunciamos que el Gobierno de la Ciudad es cómplice en la construcción de este emprendimiento impulsado por el diario La Nación en sociedad con la multinacional AEG Worldwide, el cual está viciado desde su origen por numerosas irregularidades y además tendrá nefastas consecuencias para la vida del barrio”, advirtieron en el texto, donde además remarcaron que el megaestadio de más de 28 mil metros cuadrados, con capacidad para 16.000 personas “recibió por parte del Gobierno la misma clasificación de impacto ambiental que un kiosco” y que “se está construyendo en un predio público cedido por la Legislatura porteña al Club Atlanta que, a su vez, lo cedió en comodato al diario La Nación. Pero no es todo: el megaestadio no pagará impuesto inmobiliario ni ABL por los próximos cuarenta años”.
Las irregularidades en torno a su impacto ambiental quedaron al descubierto en marzo, cuando el juez Ammirato hizo lugar al amparo presentado por la Fundación Ciudad, obligando a la empresa a presentar un nuevo informe de impacto ambiental y prohibiendo la explotación comercial e inauguración del megaestadio hasta que lo haga. Sin embargo, aún con la inhabilitación de la justicia, la empresa comenzó a vender entradas para diversos shows a partir de noviembre, “lo cual es una señal inequívoca de que dan por descontada la aprobación del nuevo estudio de impacto ambiental por parte del Gobierno”.
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