Somos Plurinacional y Disidentes: ¿por qué se busca cambiar el nombre del 34 Encuentro Nacional de Mujeres?

Por Leila Lobos

En 1986 alrededor de mil mujeres se reunieron en la Ciudad de Buenos Aires, más precisamente en el Centro Cultural San Martín, desde ese día y hasta hoy, los feminismos se reúnen una vez al año para cargar energías, abrazar y debatir sobre las luchas de las mujeres, lesbianas, travestis, trans y no binaries. Este año la crisis social, económica y política y las cercanas elecciones presidenciales atraviesan el evento. Sin embargo, los feminismos supieron conformar su propia agenda e instalaron una discusión que lejos de ser coyuntural es una demanda histórica: el cambio de nombre del encuentro.

La denominación “Encuentro Nacional de Mujeres” ya no contiene a los feminismos que siguen rompiendo estructuras patriarcales. Ni “nacional” ni “mujeres” incluye todas las formas de ser dentro de la lucha contra la violencia machista. En ese sentido, se conformó la campaña Somos Plurinacional y Disidentes. Dicen que lo que no se nombra no existe, sin embargo, esta campaña existe, resiste y acciona pese a no ser nombrades por algunas pocas.

Durante los meses previos al 34 encuentro la discusión se dio dentro de la Comisión Organizadora pero no se llegó a ningún acuerdo. Será entonces en el propio encuentro de La Plata donde todos los feminismos darán el debate y se intentará una vez más cambiar el nombre. Para ello, desde la Campaña Somos Plurinacional llaman a marchar al acto de apertura que será el sábado 12 a las 9 en el Estadio Único de La Plata para exigir que en ese momento se habilite el “aplausómetro” para cambiar que el nombre del Encuentro y que pase a ser “34 Encuentro Plurinacional de Mujeres, lesbianas, trans, travestis, bisexuales y no binaries”.

Una de las organizaciones dentro de la campaña es el Parlamento de Mujeres Indígenas por el Buen Vivir, donde mujeres de 36 naciones originarias, preexistentes al Estado argentino, sentaron posición: “Nos queremos plurinacional”. “La mujeres indígenas padecemos siglos de opresión y sufrimos de manera particular la violencia institucional, no solo racista, sino también sexista”, dijeron en la bienvenida al Parlamento para presentar a un movimiento que, además, se define como autónomo, apartidario, antipatriarcal, anticapitalista y antiracista.

Claudia Korol de Pañuelos en Rebeldía explicó en el portal Marcha: “Asumir el carácter plurinacional significa cuestionar en profundidad el colonialismo, uno de los pilares en los que se sostiene y refuerza el sistema de dominación patriarcal capitalista, racista, adultocéntrico, y el régimen heterosexual”. Y agregó: “Por eso se vuelve paradójico que esta “revolución” política, cultural, epistemológica, se pueda concretar finalmente un 12 de octubre, convirtiendo aquella fecha del mal llamado “descubrimiento de América”, en el “desencubrimiento del Abya Yala”.

"Es muy importante para nosotras como feministas reivindicar ese nombre de plurinacional, que implica poner en cuestión el carácter racista de este país. Este país se “construyó” negando las nacionalidades pre-existentes, y la multiplicidad de personas que constituyen este país. Negar eso es adoptar una posición blancocéntrica y racista", denunció.

Abrir la puerta a lo plurinacional no es meramente nominal. Es también sumar a las luchas feministas los reclamos contra un capitalismo extractivista que saquea recursos por medio de la represión a los pueblos nación que habitan en estas tierras. ¿Podrán los feminismos abrazar la lucha que durante años llevan adelante quienes defienden otra forma de vida no capitalista?