SALUD Y DERECHOS

Cien días sin tomógrafo en la ex Casa Cuna: “Hay 30 chicos que pueden morir y a nadie le importa”

La lucha de una mamá por salvarle la vida a su hijo devino en una campaña de denuncia para visibilizar las graves consecuencias que implica la falta de tomógrafo en el Hospital Pediátrico Pedro Elizalde. Una falta que hoy cumple un centenar de días.

Ilustración realizada por un colectivo de artistas a partir de la lucha de Ivana.


por Luciana Rosende

Ivana González es la mamá de Brian, un adolescente que sufre la enfermedad de Cushing. A mediados de este año, a las preocupaciones que implicaba lidiar con esa patología se sumó otra: la rotura del tomógrafo en el hospital pediátrico Pedro Elizalde, la ex Casa Cuna. A fuerza de lucha, la mujer logró traslado y operación para su niño. Pero sigue peleando por una solución para esa falta que pone en riesgo a nenes y nenas que llegan a ese hospital. Su campaña de reclamo implica contar los días que esa institución pública porteña lleva sin su fundamental tomógrafo. Este lunes, su cuenta llega a cien días.

Un centenar de días sin tomógrafo en uno de los principales hospitales pediátricos que dependen del Gobierno de la Ciudad. El caso de Ivana y Brian es sólo uno entre tantos. Pero grafica las historias con nombre y apellido que están afectadas por la falta de tomógrafo.

La mujer supo del diagnóstico de su hijo en enero. A mediados de año, “los síntomas de Brian fueron empeorando y fue la prioridad de Casa Cuna; iban a operarlo en junio pero no había lugar en la terapia, se canceló y se pasó al 11de julio y también volvió a cancelarse ya que Brian presentó un cuadro de hipertensión que no lograba disminuir. Esa semana Brian estuvo internado para controlar la presión y poder ser operado el 15 de julio. El día que nos mandaron a casa para volver en tres días a internarse nos informan que el tomógrafo se rompió y no iban a poder operarlo. Brian lloraba desconsoladamente; con cada cancelación su salud empeoraba y se dejaba vencer. Vi como  mi hijo de 15 años se estaba apagando día a día”.

Su madre movió cielo y tierra para lograr un traslado al Posadas y concretar la operación que Brian necesitaba para salvarse. Desde entonces, su lucha se enfocó en los nenes y nenas que faltan. “Los médicos me dijeron ‘hay 40 mamás más en situación como la tuya’”, cuenta Ivana, en diálogo con Nueva Ciudad. Además de contactarse con otras madres, Ivana se reunió con autoridades del hospital, legisladores y legisladoras -del oficialismo  (Diego García Vilas) y de la oposición (Javier Andrade, Carlos Tomada y Mariano Recalde entre otros)- y hasta la ministra de Salud, Ana María Bou Pérez, se comunicó con ella. Lo cierto es que el tomógrafo sigue siendo una falta.



Desde el Ministerio de Salud, respondieron que la situación está encaminada y el tomógrafo ya fue licitado. Pero no dieron fechas, y trabajadores y familias que sostienen el reclamo denuncian que se licitó un dispositivo obsoleto y se requiere uno moderno.

“El tomógrafo ya se encuentra adjudicado cumpliendo con el proceso habitual de licitación. Toda tomografía de diagnóstico y control es realizada en los distintos tomógrafos de la red de salud. Las intervenciones quirúrgicas son realizadas con normalidad y en el caso de las neurocirugías que necesitan de tomografías pre y post quirúrgicas son derivados para realizarse en otro hospital de la Ciudad”, respondieron desde la cartera de Bou Pérez, ante la consulta de este portal, pero sin dar precisiones sobre fechas y motivos de las demoras. Y agregaron que “los niños que requieren una tomografía en el Elizalde son derivados a través de la red y con ambulancia del SAME preferentemente al Hospital Gutiérrez. La ambulancia espera la realización de la misma y el paciente vuelve al hospital Elizalde para su tratamiento sea quirúrgico o no. Si del estudio tomógrafico en el hospital Gutiérrez surgiera la necesidad de una cirugía urgente. Dicho paciente queda internado en el hospital Gutiérrez y la resolución quirúrgica se realiza allí”.

Trabajadores y trabajadoras no dan el mismo panorama. Muchos prefieren denunciar desde el anonimato, por temor a perder sus trabajos. “Es un tema serio, el tomógrafo es tan importante para hacer diagnósticos, para seguir operando, para poder plantear alguna patología compleja. Es un tema fundamental para salvar vidas. Y todavía no sabemos con certeza cuándo lo van a llegar a comprar o licitar. Sigue siendo un gran problema: cirugías que no se hacen”, alertó Héctor Ortiz, delegado de ATE en el Hospital.

Desde la Comisión de Derechos Humanos de la Legislatura, su presidenta Victoria Montenegro dijo a este portal que “por un lado, los cien días sin tomógrafo en el Hospital Elizalde evidencian la falta de decisión política de Horacio Rodríguez Larreta para dar respuestas a los usuarios del sistema de salud público que sufren muchos hospitales. Pero centralmente también refleja cómo el gobierno de Rodríguez Larreta invisibiliza totalmente el factor humano de las personas, en particular de los chicos que van al Elizalde. Además de la cantidad de días sin tomógrafo que es gravísimo, ¿qué pasa con aquellas personas que no pueden acceder a ese estudio? ¿Cuáles son las consecuencias en la salud para quienes no tienen un diagnóstico a tiempo por el estado de situación del sistema sanitario? ¿Qué pasa con los profesionales de la salud que no pueden avanzar en los tratamientos con los pacientes porque los hospitales no tienen la aparatología necesaria? Todas estas consecuencias que impactan de lleno en la salud de las personas son totalmente invisibilizadas por la gestión de Larreta”. En el pedido de informes que presentó su espacio, denunció que buena parte de las cirugías e intervenciones estaban suspendidas y que -según señalaban los profesionales de la salud- por la rotura del tomógrafo niños, niñas y adolescentes no pueden acceder a tratamientos médicos fundamentales. Desde el equipo de Montenegro confirmaron que ni el pedido de informes ni la solicitud de acceso a la información pública sobre este tema fueron respondidos.

En julio y tras mucho insistir, a Ivana las autoridades le aseguraron que el tomógrafo ya estaba licitado y estaría listo en 120 días. Pero no hubo avances. Ella reclamaba mientras tanto un plan de contingencia que resguardara a los chicos y chicas que esperan su operación en la ex Casa Cuna. La Ministra le prometió como solución una ambulancia especialmente destinada para estos traslados. Incluso esa medida se demoró en su implementación. Luego, la rotura del tomógrafo del Posadas sumó más complicaciones.

“La idea de ellos era callarme, porque el tema se estaba haciendo público y se avecinaban las elecciones. Le dije ‘yo voté a este Gobierno y hoy me siento defraudada”, dice Ivana. Y cuenta que la Ministra le dijo que había seguido de cerca el caso de su hijo, pero ella respondió: “Yo no peleo por mi hijo, peleo por los 40 chicos que no fueron operados”.

“Hoy no se puede operar a ningún nene. De los 40 que había, sólo fueron operados tres, pero ahora se les rompió el tomógrafo en el Posadas. Y falta de todo en Casa Cuna. Mi hijo tiene secuelas y se va a seguir atendiendo ahí, pero los médicos están desamparados. Por un director que fue puesto a dedo. Faltaban hasta guantes en quirófano. Y todo sigue en la nada”, relata Ivana con furia y tristeza. “Licitaron un tomógrafo viejo y lo van a llevar el 8 de diciembre a Casa Cuna, llevándolo por la calle y haciendo un circo, y va a funcionar recién en enero. Si yo no reclamaba, mi hijo estaba muerto. Hoy hay mamás que no saben qué hacer y esperan. Los médicos piden ayuda para hacer visible lo que está pasando. Son cien días. Hay 30 chicos que están en la situación en la que estaba mi hijo y pueden morir. Y a nadie le importa”.

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