Cerraron cinco restaurantes en Puerto Madero

Desde que arrancó la cuarentena, cinco locales gastronómicos cerraron sus puertas en Puerto Madero pese a que bajar las persianas implica en la mayoría de estos casos un desembolso de dinero importante: indemnizaciones (que deben ser dobles), pago a proveedores, cancelación de servicios, etc. Una gran cantidad de personas quedarían sin trabajo, informa Ambito.com.
 
El primero en tomar esta decisión fue Sottovoce, que cerró en Puerto Madero y mantuvo sólo su local de Recoleta. Lo siguieron también una cervecería ubicada en la avenida Moreau de Justo al 1700, dos locales de Burguer King que se encontraban a poca distancia y más recientemente La Parolaccia.
 
Casi todos tienen en común que son grandes locales con mucho personal y desde hace meses no funcionaban, ni siquiera con delivery. “Los que cerraron hasta ahora, son aquellos que no pudieron conciliar con los propietarios de los locales y debían pagar altísimos alquileres”, explicó a Ambito.com una fuente gastronómica de la zona. Muchos intentaron renegociar los alquileres o pagar un porcentaje para poder sobrevivir. También están aquellos dueños que directamente decidieron condonar el pago por un tiempo.
 
Algunos restaurantes de Puerto Madero trabajan con delivery y take away pero los beneficios son escasos. Incluso, algunos abrieron unos días bajo este formato y decidieron cerrar por las pocas ganancias.
 
La imposibilidad de abrir los comercios al público durante tres meses fue el punto final, porque la crisis de Puerto Madero comenzó hace un tiempo, cuando por más de dos años que duró la obra del Paseo del Bajo representó una merma en la cantidad de comensales que nunca más logró recuperarse. La falta de espacio para estacionar en la zona, debido a la nueva autopista, fue un punto en contra.
 
Muchos restaurantes lograron el acompañamiento del Gobierno nacional como los créditos a tasa del 24% y el ATP para pagar los sueldos, pero esto no alcanzó. No se sabe hasta cuándo durará la cuarentena, los gastronómicos auguran más dificultades, dado que los restaurantes serán probablemente los últimos negocios en reabrir y cuando lo hagan lo harán a la mitad de su capacidad.