EDUCACIÓN

El Gobierno porteño despide a los docentes que no pueden dar clases presenciales por ser personas de riesgo

Son maestros y maestras del programa Jornada Extendida, el sector más precarizado de quienes ejercen la docencia en el distrito. Tienen contratos por fuera del estatuto y se los están dando de baja.



El Gobierno de la Ciudad está tomando represalias contra el sector más precarizado de quienes ejercen la docencia en el distrito, son docentes que trabajan en la modalidad de Jornada Extendida, denunciaron que el Ministerio de Educación está dando de baja los contratos de aquellos trabajadores que solicitan dispensas o que alegan no poder dar clases presenciales por integrar grupos de riesgo.
 
El programa de Jornada Extendida es un modelo impulsado por la ministra Soledad Acuña y por su mano derecha, Fabián Capponi, director general de Educación de Gestión Estatal, que, según vienen denunciando los gremios y ratificaron desde Ademys, “significa una profundización escandalosa de la precarización laboral y salarial”, informa Tiempo Argentino.
 
Por fuera del estatuto docente, ese programa afecta a más de mil maestros y maestras precarizados que perciben magros sueldos y se desempeñan en las escuelas públicas de la Ciudad, en talleres en contra turno, sin aguinaldo ni licencias ni ninguna garantía de estabilidad laboral. Ese sector es el que está denunciando despidos masivos de quienes dicen no poder cumplir con los parámetros de presencialidad dispuestos por el Gobierno porteño, por ser personas de riesgo o por convivir con familiares que lo son.
 
“Jornada Extendida usó por fuera de toda norma a trabajadores para atender a los turistas en los hoteles, y hoy despiden a compañeros con asma u otras afecciones. Jornada Extendida es el nido territorial de Fabián Capponi, ladero de Soledad Acuña”, sostuvo a Tiempo Argentino Jorge Adaro, secretario adjunto de Ademys.
 
En efecto, la flexibilización de la relación laboral entre los trabajadores del programa Jornada Extendida y la Ciudad los obligó a hacer tareas de “voluntariado” forzoso durante la cuarentena, como atender a los “repatriados” en hoteles porteños o asistir a los runners en parques y avenidas, bajo la presión de perder la continuidad en sus tareas de docencia.
 
Los gremios vienen denunciando hace tiempo la política de “paralelización” del sistema educativo porteño, a través de este programa creado por la gestión PRO en 2016 con la excusa de dar cumplimiento a la Ley Nacional de Educación, que establecía la ampliación de la jornada escolar para asegurar mayor cantidad de horas de clases. En los hechos, dio pie a un modelo de contratos basura y precarización. Precisamente Capponi, impulsor de ese modelo, quedó desde este año al frente de la Dirección de Gestión Estatal.


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