Cerró la pizzería La Americana de avenida Corrientes

Cerró la sucursal de La Americana de la avenida Corrientes. Esta casa de empanadas y pizzas con 86 años de historia continuara en sus locales de Callao 83 y de Rivadavia y Pueyrredón. Este cierre simboliza el mal momento que están pasando las pizzerías del centro porteño, informa Clarín.
 
La Americana nació en Callao 83, con un local angosto que fue anexando a los contiguos a medida que ganaba clientes. Luego, en Corrientes 1383 sumó una sucursal de grandes dimensiones. Solía estar lleno, pero llegó la pandemia. Los comerciantes de la zona cuentan que no todos los propietarios de los locales se adaptaron a la nueva realidad de sus inquilinos. Y ese es el problema que obligó al cierre del local que La Americana alquilaba en la avenida Corrientes conocida por sus librerías, cines, teatros y pizzerías, pero que por estos días está casi desierta.
 
El alquiler a pagar se volvió cada vez más inalcanzable y el dueño decidió mudar la apuesta a Rivadavia y Pueyrredón, una zona con más circulación de gente, para que no se pierdan las fuentes de trabajo. "Hoy nadie quiere estar en la avenida Corrientes, con lo emblemática que es", afirma a Clarín Lorena Fernández, la presidenta de la Asociación de Propietarios de Pizzerías y Casas de Empanadas de la República Argentina (APPYCE).
 
Para APPYCE, el decreto presidencial que impide a los establecimientos gastronómicos trabajar con mesas en sus salones y los obliga a cerrar a las 19 horas, "resulta un golpe de gracia letal" para las pizzerías. Pero en APPYCE no llaman a la desobediencia. En cambio, apelan a que el Gobierno nacional revise las restricciones. Porque así como están planteadas, advierten, "colocan en situación de quiebra, cierre y de destrucción masiva de empleo a la mayor parte de las pizzerías y casas de empanadas".
 
Desde APPYCE dicen que las medidas restrictivas tienen que estar acompañadas por un plan de contingencia, con ayudas económicas y beneficios impositivos que las compensen. Piden el regreso del programa de Asistencia a la Producción y el Trabajo (ATP) para pagar los sueldos, que continúe la exención del ABL e Ingresos Brutos, créditos a tasa cero, IVA con tasa preferencial y una moratoria impositiva, entre otras medidas. Y llaman a una mesa conjunta entre Nación, Ciudad y Provincia para analizar la situación de los gastronómicos y buscar soluciones.
 
“El decreto nos lleva a la peor etapa de 2020, pero ahora sin la ayuda del estado nacional, se agotaron los ahorros, se agotaron las posibilidades de crédito, y nos endeudamos con el solo fin de mantener nuestros negocios abiertos ajustados a las normas y protocolos de seguridad”, describe un comunicado de APPYCE.
 
Fernández explica que hay alrededor de 6.000 pizzerías en todo el país y que, de ese total, entre 800 y 1.000 se encuentran en la Ciudad de Buenos Aires. "El año pasado cerró el 15% de las pizzerías. Y este año podría cerrar otro 15%".
 
Según Fernández, la mayoría de las pizzerías que cerraron al inicio de la pandemia eran las que funcionaban en locales alquilados, porque sus dueños no podían pagar el alquiler ni negociarlo.  Y advierte que, después del respiro del verano, ahora volverá a pasar lo mismo. "En nuestro sector, cerca del 70% de la facturación se hace de noche. Que nos saquen la noche es lo peor que nos puede pasar, encima en un momento en que no tenemos ATP ni ayuda de nada. Y todavía estamos pagando deudas de 2020", explica Fernández.
 
En APPYCE, además, piden que se limiten las comisiones de las empresas de delivery. Y explican que ese sistema no cubre la caída en la facturación que sufren al no poder recibir clientes por la noche. "El delivery depende mucho de la zona. En los barrios representa el 30% de la facturación, pero en el centro y microcentro, un 5% con viento a favor", dice Fernández.
 
"Además, al no poder tener abierto el salón, los locales que no tienen espacio en la vereda, como Los Inmortales, directamente tienen que cerrar. ¿Cómo hacen para mantenerse?", cierra Fernández.