A dos años de las promesas de Larreta, el viaducto San Martín no fue terminado

La finalización de las obras del Viaducto San Martín y de las estaciones Villa Crespo y La Paternal continúa demorándose. A dos años de las promesas de campaña del actual jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, los y las vecinas siguen esperando que se finalice las obras y se reabran las estaciones de dichos barrios porteños.

Todo comenzó durante el gobierno de Mauricio Macri cuando Nación traspasó las obras de los viaductos de los trenes Mitre y San Martín a la Ciudad. La elevación de las vías fue, junto al Paseo del Bajo, una parte central de la campaña electoral.

En una controvertida decisión que fue objetada por la CNRT, Guillermo Dietrich,entonces ministro de Transporte de la Nación, traspasó a la Ciudad las obras, lo que incluyó recursos para avanzar con los trabajos en forma de garantía para préstamos, terrenos que salieron a subasta y dinero.

El Viaducto San Martín se inauguró el 10 de julio de 2019 durante la campaña para las PASO. Sin embargo, la postal que se ve ahora son calles cortadas, obradores abandonados, carteles que anuncian la obra, estructuras de grúas y apenas algunos empleados de seguridad que se refugian en las garitas. Lo que sucedió fue que en 2019, la Ciudad tomó la polémica decisión de suspender los trabajos.

Ya en 2020, desde el Gobierno de la Ciudad aseguraron que “no se considera prioritario terminar las obras de las estaciones Villa Crespo y La Paternal”. La excusa esta vez fue por la quita del 1.8 de la Coparticipación Federal.

Desde la Secretaría de Transporte y Obras Públicas declararon: “En el marco de la pandemia del Covid-19 y en línea con la emergencia sanitaria declarada en la Ciudad de Buenos Aires, fue necesario ordenar y priorizar las obras proyectadas para la próxima etapa. En este sentido, se dejaron de priorizar obras que, o bien ya habían sido iniciadas o tenían empezado su proceso licitatorio; es el caso de las estaciones La Paternal y Villa Crespo”.

Lo cierto es que mucho antes de la pandemia de coronavirus las obras estaban abandonadas. Y ante este abandono, el Gobierno de la Ciudad decidió este año que le devolvería las obras al Estado nacional para que termine lo que Rodríguez Larreta no pudo. "Más allá de lo que corresponda la gente necesita usar esas estaciones y nuestra prioridad es que se termine, por eso estamos evaluando qué hacer", dijeron desde Nación.

La Ciudad no quiere el dinero para terminar las obras, sino que directamente la Nación se haga cargo de licitarlas, un proceso que puede llevar varios meses. Desde el Ministerio de Transporte que conduce Alexis Guerra explicaron, días atrás, que estuvieron evaluando el estado de las obras en Villa Crespo y La Paternal y se encontraron que están en estado de abandono, algo que se repite en otras paradas del San Martín.

Otra polémica que generó la gestión de estas obras fue el presupuesto y la licitación. La legisladora del Frente de Todos, Cecilia Segura, denunció en Twitter que “iban a costar $3000 millones y terminaron costando 4 veces más”. La ex presidenta de la Auditoría General de la Ciudad habló también sobre la licitación: “Las obras comenzaron en 2017 y debían finalizar en Julio de2019. La adjudicataria UTE Green-Rottio debía realizarlas por un monto de $3099 millones, sin embargo, AUSA (encargada de la licitación) informó que el monto pagado fue $13.326 millones, a pesar de que la obra no se terminó”.

En ese sentido, apuntó a Juntos por el Cambio: “Mientras se sacaban fotos para la campaña de 2019, ya había documentos y artículos periodísticos que daban cuenta del rojo financiero de Green S.A. Las PyMEs subcontratadas emitieron un comunicado denunciando la estafa con una deuda de más de $400 millones. Pese a esto, el GCBA le siguió pagando y unos días después Green entró en concurso preventivo”.

Segura reiteró la denuncia de la paraliozación de las obras y dijo que hay pagos adeudados a más de 50 PyMEs. “Lxs habitantes de estos barrios y aledaños perdieron la posibilidad de utilizar este servicio público, además tienen que convivir con un espacio abandonado y, como siempre, las empresas amigas del GCBA se beneficiaron con un negocio más”, concluyó.