Diferencias entre universidades y el Gobierno porteño por la vuelta a la presencialidad

El Gobierno de la Ciudad se reunió con las autoridades de todas las universidades que funcionan en el distrito porteño. El objetivo fue avanzar hacia la presencialidad plena en el nivel, que aún viene muy rezagado. Para ello, las instituciones pidieron que se elimine el distanciamiento de 1,5 metros que aún sigue vigente en las aulas universitarias.
 
El jefe de Gabinete, Felipe Miguel, y el ministro de Salud, Fernán Quirós, encabezaron las reuniones, que se llevaron adelante en parte presencial y en parte por Zoom. Del otro lado, participaron representantes de 26 universidades, tanto públicas como privadas, que plantearon sus inquietudes para ofrecer más presencialidad.
 
“Algunas universidades presentaron sus protocolos y volvieron a las aulas, pero muchos coinciden en que es hora de expandir esa vuelta y promover con más ímpetu el regreso a la presencialidad”, informaron a Infobae fuentes porteñas.
 
Con ese objetivo, uno de los temas que se puso sobre la mesa fue el del distanciamiento. A diferencia de lo que sucede en las escuelas, donde todos los alumnos pueden asistir a la vez, a los estudiantes universitarios se les sigue pidiendo que guarden un metro y medio de distancia, además de las otras medidas preventivas como el barbijo y la ventilación cruzada.
 
La obligatoriedad del distanciamiento dificulta la reapertura, en especial en las universidades masivas como la UBA. “Nosotros le pedimos al Gobierno porteño que revise el protocolo porque es imposible que en estas condiciones se dé un regreso a la presencialidad plena en algunos cursos o incluso que podamos tomar exámenes en el CBC, donde tenemos miles de estudiantes”, plantearon.
 
En el Gobierno de la Ciudad saben que deben eliminar algunas restricciones para promover mayor presencialidad y, a partir de esas modificaciones, las universidades tienen que reajustar sus protocolos. Tanto Quirós como Miguel se comprometieron a avanzar en las flexibilizaciones para que haya más cantidad de estudiantes en las aulas y que las casas de estudios puedan tomar sus exámenes en persona. Del mismo modo, mencionaron que agilizarían “la vacunación de aquellos chicos que por algún motivo aún no se vacunaron”.
 
Los pasos formales a seguir de ahora en más establecen que el Gobierno porteño debe elevar una resolución flexibilizando las restricciones y luego Nación avalar esos cambios de protocolo.
 
En las universidades son optimistas de que sucederá en los próximos días. De hecho, el flamante ministro de Educación, Jaime Perczyk, que viene del ámbito universitario, adelantó que una de sus prioridades para el inicio de la gestión es justamente ampliar la presencialidad en el nivel. La mayoría de las casas de estudios cuentan con algún tipo de presencialidad, pero representan con holgura el nivel educativo más atrasado. Casi todos los estudiantes harán dos años completos en forma virtual y recién retomarían en 2022 a las aulas.
 
La idea que prevalece en el sistema universitario es “no romper el contrato académico”. Eso implica que los alumnos que se anotaron asumiendo que el segundo cuatrimestre se cursaría por completo de manera virtual lo terminarán a distancia. Ahora, con las charlas de las últimas, las universidades porteñas ganarían en presencialidad.
 
En el plano nacional, además, Perczyk se reunió con el presidente del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), Rodolfo Tecchi, y el presidente del Consejo de Rectores de Universidades Privadas (CRUP), Rodolfo De Vincenzi, para dialogar y firmar una declaración de intención sobre el retorno a la presencialidad plena cuidada en todas las universidades del país, según precisó Télam.
 
“La mejora en los indicadores sanitarios y el éxito de la campaña de vacunación contra la Covid-19 nos permite avanzar en la presencialidad en las universidades nacionales de todo el país”, expresó el ministro durante el encuentro.
 
La declaración recomienda, en el marco de la autonomía universitaria, “el retorno a la presencialidad plena cuidada para todas las Instituciones Universitarias del país, y las dificultades que esto podría implicar para con los miembros de los distintos claustros (docentes, no docentes y estudiantes)”, agregó la cartera.