- Opinion
- 01.11.2021
OPINIÓN
"Metrovías: mucho subsidio y poca obra", por Werner Pertot
Mientras saltan las offshores del Grupo Roggio, se comprueba que hay un esquema de subsidios multimillonarios del Gobierno porteño que van a la par del incremento de la tarifa: es decir, Metrovías cobra por las dos ventanillas. Las obras tienen una ejecución del 26 por ciento este año.
"¿Qué somos nosotros, idiotas que no podemos construir 15 km. de subte por año?.” La frase de Mauricio Macri lo perseguirá por siempre y a sus seguidores como Horacio Rodríguez Larreta, que tampoco amplió significativamente la red del subte. Hoy una persona en la Ciudad tiene que caminar al menos 20 minutos para llegar a una estación. En 14 años del PRO, se sumaron apenas 11 kilómetros. Muy lejos de lo que prometía Macri antes de ser jefe de Gobierno. Un repaso por los números fríos de la plata que va a subte (que es mucha) indica que Metrovías seguirá hacia sus 40 años ininterrumpidos de concesión recibiendo subsidios cada vez más altos que, paradójicamente, no frenan la suba también exponencial de la tarifa que pagan los usuarios ni mejora la calidad del servicio. Si se observa que este año se usó el 26 por ciento del presupuesto para obras, se puede entender que así nunca veremos una ampliación de la red del sube.
Desde que se conocieron las cuentas en el exterior de los dueños del Grupo Roggio (el padre y los hijos), cada vez se nota más que el dinero destinado al subte no está yendo ni a ampliar la red ni a mejorar la calidad del servicio. Para que se den una idea, solo este año la empresa estatal Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) tiene un presupuesto de 19.398 millones de pesos, de los cuales 18.908 millones son transferencias al sector empresario, es decir, a Metrovías/Grupo Roggio, ya sea en obras o directamente en subsidios a la tarifa.
La Auditoría General de la Ciudad, que hoy preside Mariana Gagliardi, tiene una disputa histórica con el Gobierno porteño por cómo se calcula la tarifa del subte. Sucede que Horacio Rodríguez Larreta (y antes Mauricio Macri) suman al "costo" de Metrovías algunos gastos que, según la Auditoría, no corresponden sumar y que terminan inflando las tarifas (lo cual implica más subsidios para Roggio y más costo de viaje para los usuarios). Concretamente, incluyen los "Gastos de mantenimiento" y "Depreciación del material rodante y la infraestructura" que no corren por cuenta de Metrovías, sino directamete por SBASE.
Desde que comenzó su gestión, Larreta advirtió que no se centraría en aumentar la red de subte, sino en mejorarla, algo que tampoco hizo. En lo que va de este año en materia de "construcción, ampliación y modernización de la red", lleva ejecutado solo un 26 por ciento; 1.510 millones de los 5.618 presupuestados. La subejecución comenzó a notarse en los últimos años. En 2016 se usó el 100 por ciento de los fondos lo mismo que en 2017. En 2018, bajó al 94 por ciento y en 2019 descendió a un 75 por ciento la ejecución. En este último año previo a la pandemia, aumentaron el presupuesto para obras de ampliación del subte (lo subieron de 3000 a 4000 millones). Pero finalmente no usaron esos 1000 millones extra. En 2020, ya con la pandemia encima, el presupuesto era de 6000 millones, pero lo recortaron a 3800 y finalmente usaron 2800 millones. Esto significa que, con la pandemia, se usó un 73% de los fondos para obras, pero el 98 por ciento de los subsidios a Roggio.
Los subsidios, por supuesto, siempre se usan al cien por ciento y vienen creciendo de forma exponencial entre 2017 y este año. En 2017 estaban presupuestados 2550 millones, pero lo aumentaron otros 600 milllones. En 2018, lo aumentaron ya 1000 millones respecto de lo presupuestado (saltaron de 3010 a 4208 millones). En 2019, el aumento fue de 2000 millones sobre lo presupuestado hasta llegar a 6251 millones y en 2020, se incrementaron nada menos que 5000 millones hasta alcanzar 11.722 millones.
Esto significa que la cantidad de subsidios saltó de 2550 millones en 2017 a 11.722 millones en 2020, sin que esto implicara un congelamiento de las tarifas, que siguieron subiendo también para lo usuarios. También que en los últimos cinco años hubo transferencias a Roggio por las tarifas subsidiadas por 28.016 millones. Este año está previsto transferirle en total 12.756 millones aunque no habría que descartar un incremento sobre lo presupuestado, como ocurrió en los últimos años.
Los años 2016 y 2017 son, casualmente, en los que la familia Roggio eligió crear empresas offshores y cuentas en el extranjero, en particular, en guaridas fiscales, como reveló recientemente la investigación de Pandora Papers. Son tres sociedades en las Islar Vírgenes británicas, abiertas entre julio y noviembre de 2016 y vinculadas a cuentas en Suiza y Miami, Estados Unidos. A través de ellas se habrían movido 5,5 millones de dólares de una herencia, según informaron voceros del Grupo Roggio a los y las periodistas que formaron parte de la investigación de Consorcio Internacional de Periodismo de Investigación (ICIJ, por su sigla en inglés). No hay datos sobre el dinero que pasó por las cuentas bancarias de Suiza y Miami.
El Grupo Roggio tiene no solo el manejo del subte sino una parte del contrato multimillonario de recolección de residuos de la Ciudad, con la empresa Cliba. En 2018, Aldo Roggio admitió haber pagado de forma ilegal un retorno mensual del 5 por ciento de los subsidios del transporte que recibía por parte del Estado nacional. Nada dijo sobre los contratos porteños en la causa que instruía el fallecido Claudio Bonadio. Luego de admitir esto en la llamada causa de los cuadernos, Roggio dio un paso al costado y transfirió las acciones de las empresas a sus hijos. Roggio padre también deberá ir a juicio por el caso Odebrecht, dado que también está procesado allí por presuntos sobornos y defraudación a la administración pública. Sobre lo que hace en la Ciudad, nada ha tenido para decir el Poder Judicial.
- SECCIÓN
- Opinion
COMENTARIOS