GCBA perdió ante trabajadores de la salud: con un paro, frenaron el primer despido de un contratado en la pandemia

Cuando comenzó la pandemia de coronavirus el Gobierno de la Ciudad contrato personal para hospitales porteños. Sin embargo, fueron contrataciones precarias, que hoy ante la baja de casos, corren riesgo de perder su puesto laboral. Se trata de contratos que eran mes a mes lo que generaban incertidumbre entre el personal. Hace algunas semanas, trabajadores de varios hospitales porteños advirtieron que el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta busca despedir a estos trabajadores.

Uno de esos casos se dio en el Hospital Ramos Mejía y, tras un paro, lograron frenar el despido de un trabajador. “Comenzamos esta mañana un paro totalmente efectivo de 24 horas. Hicimos una gran asamblea en la puerta, con compañeros muy angustiados. Se votó otro paro para el lunes, pero nos llegó la información de la reincorporación del compañero. Lo logramos con la medida de fuerza”, remarcó Claudio Gómez, delegado de Sutecba en ese hospital en diálogo con Tiempo Argentino.

Hubo otros cuatro trabajadores a quienes no les renovaron sus contratos para trabajar en las Unidades Febriles de Urgencia (UFU), pero también se está negociando por estar horas la posibilidad de que se reintegren a las áreas ministeriales de las que provenían.

“Somos más de 150 en el hospital entre enfermeros, técnicos y administrativos contratados desde 2020 para enfrentar la pandemia. Queremos el pase a planta permanente para todos”, reclamó Gómez, mientras el paro de este miércoles continúa: “Están cerradas todas las ventanillas de turno cerradas y no hubo consultorios externos”.

Otro hospital que se mantiene en vilo por posibles despidos es el Durand, donde hubo asambleas y concentraciones para exigir el pase a plante del personal que le puso el cuerpo a la pandemia. Se trata de 184 puestos en riesgo, y alrededor de 2000 entre todos los hospitales del distrito. Gómez explicó a Tiempo Argentino que “en el Durand todavía no dejaron cesante a nadie”.

“El primer cesante fue acá. Para mí es una prueba piloto a ver qué hacíamos, si reaccionábamos o no. Creo que tiene que ver con eso. Pero el paro fue contundente y eso hizo que el Gobierno de la Ciudad retroceda en su actitud con un compañero que se bancó gran parte de la pandemia trabajando”, indicó.