Reunión entre el Gobierno porteño y el abogado de la familia de Lucas González

Se abrió un diálogo entre el ministro de Justicia y Seguridad de la Ciudad, Marcelo D'Alessandro, y el abogado de la familia de Lucas González, Gregorio Dalbón, en el marco de una reunión en la sede de esa cartera porteña. Dalbón anunció la reunión  y habló de lo que pedirá: "A las 11 me encuentro en el Ministerio de Seguridad con Marcelo D’Alessandro. Pediré colaboración por los restos de Lucas y su entierro. Además pediré recompensa para dar con los policías".

La charla se da luego de que los fiscales que investigan el crimen de Lucas González pidieran la detención de los tres efectivos de la Policía de la Ciudad que participaron del operativo en el que fue asesinado el adolescente el miércoles último en el barrio de Barracas.

Fuentes judiciales informaron a Télam, que las órdenes de detención son para el inspector Gabriel Isassi, el oficial mayor Fabián López y el oficial José Nievas, quienes se desempeñaban en la brigada de Sumarios e Investigaciones de la Comuna 4 de la Policía de la Ciudad.

Los tres policías son acusados del delito de "homicidio agravado por haber sido perpetrado por miembros de las fuerzas policiales abusando de sus funciones", el cual prevé la pena de prisión perpetua en un futuro juicio oral. Sin embargo, aún no fueron detenidos. Hoy, Dalbón exigió: "Está pedida la detención de los Policías. Obstruyeron la Justicia. No sé qué espera el Juez Martin Del Viso para ordenar la inmediata detención de los asesinos".


Sobre la causa que habían iniciado contra los menores, el juez que intervino en las primeras instancias de la investigación consideró que "los únicos y verdaderos imputados" son los policías de la Ciudad, al desvincular "definitivamente" del caso a los tres adolescentes que acompañaban a la víctima.

En su resolución, el titular del Juzgado Nacional de Menores 4, Alejandro Rodolfo Cilleruelo, le prohibió la salida del país a los tres policías implicados en la causa y se declaró incompetente, luego de haber sobreseído a los adolescentes que viajaban en el auto al determinar no solo que no cometieron delito alguno, sino que fueron "víctimas" de los oficiales.