El año político de Rodríguez Larreta: el primer paso en la carrera presidencial

El referente del PRO y responsable del ejecutivo del Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, transitó un año cargado de decisiones políticas significativas que delinean un camino, el cual lo deposita como el principal líder de la coalición de Juntos por el Cambio y una fija en la carrera presidencial de cara al 2023.

El año en tránsito lo ubicó en el centro de la escena, ya no como negociador y aliado en términos de acciones frente a la pandemia con el Presidente de la Nación, Alberto Fernández, y el Gobernador de la Provincia, Axel Kicillof, sino como su contraparte respecto al rumbo y gestión sanitaria. Cada paso parecía servir para marcar la distancia del Frente de Todos y enamorar más al núcleo duro.

El segundo año con la presencia del virus no privó a Rodríguez Larreta de realizar viajes al exterior con el fin de promocionar su trabajo como Jefe de Gobierno porteño. Promediando junio, el dirigente del PRO partió rumbo a Estados Unidos, en una gira que también incluyó China y parte de Europa.

En su estadía en el país norteamericano profundizó las relaciones diplomáticas con importantes actores de la política. La organización del viaje estuvo a cargo del secretario general y de Relaciones Internacionales de la Ciudad, Fernando Straface, e incluyó visitas a Washington, New York, Madrid, París, Berlín, Shangai y Beijing.

Entre lo más destacado, con la justificación de recuperar la economía y reactivar la llegada de turistas a la Ciudad, Larreta se reunió con el ex Presidente de los EE. UU. Bill Clinton, con quien habría intercambiado opiniones sobre la situación de la región en épocas de cambios e impacto sanitario.

Más adelante fue momento de encabezar la campaña electoral de cara a las legislativas junto al candidato en la Provincia, Diego Santilli. En agosto Larreta tuvo su primera recorrida por Lanús, para acompañar quien sería luego electo diputado nacional y a la par del Intendente de dicho distrito y jefe de campaña, Néstor Grindetti.



El titular del ejecutivo porteño mantuvo pasos constantes por el conurbano, incluso en visitas en las que no necesitó ni la compañía del propio Santilli, quien efectivamente por esas semanas era pre candidato y más adelante se impondría ante Facundo Manes.

El momento con más dudas para el dirigente de la Ciudad fue en su promoción por el interior del país, allí vivió eventos incómodos, por ejemplo, en su estadía en La Pampa (Santa Rosa y General Pico), escenario en el que durante una conferencia de prensa confundió a la Provincia con La Rioja y, tras ser advertido por el senador Martín Lousteau, se corrigió.

También en ese plano fue indagado por su injerencia en el suicidio el famoso médico René Favaloro, cuando Larreta se desempeñaba a cargo del PAMI. Ante la consulta, optó por no contestar. “No tengo nada que ver con eso y no estor para esa pregunta”, señaló en un tono molesto.

En el regreso a la gira internacional y también más amena, viajó a Uruguay en donde participó en Montevideo de una serie de actividades con el plan de promocionar la Ciudad, su gestión y, al mismo tiempo, su persona como capital político opositor al oficialismo. El objetivo explícito fue promocionar el territorio porteño para viajeros y estudiantes, fomentar el turismo, un sector golpeado por la crisis sanitaria.

Para finalizar, en el cierre del corriente año y de vuelta en CABA, Rodríguez Larreta realizó modificaciones en su gabinete con un claro tinte político de alianza y ante la necesidad de limar asperezas.

Es que la imposición de Santilli en la Provincia significó relegar a Jorge Macri, por ese momento Intendente de Vicente López y postulante a liderar la lista de Juntos en el escenario bonaerense.

Con dicha deuda pendiente, el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires presentó a Macri como Ministro de Gobierno porteño, cargo en el que reemplazó a Bruno Screnci. El entre líneas evidenció la necesidad de sostener el orden por parte de quien aspira a llegar a la Casa Rosada en el 2023 y el costo de sumar a sus filas a quien hipotéticamente fue perjudicado en su rol dentro de los comicios legislativos.