OPINIÓN

"Hace calor y pinta el conflicto político", por Werner Pertot

Larreta generó una discusión por el ahorro de energía durante la ola de calor, algo insuperable. Designó a un ex kirchnerista en Deportes y postergó al hijo del Coti Nosiglia.

Werner Pertot
Larreta lo hizo. Consiguió generar una polémica con el Gobierno nacional con un tema tan poco discutible como que hay que ayudar a que no estalle el sistema eléctrico con la ola de calor. El jefe de Gobierno se negó a seguir el mismo planteo que hizo el Gobierno nacional de que los empleados públicos trabajaran desde sus casas para ahorrar energía. De fondo, están todas las críticas al populismo y la idea de que quienes trabajan en el Estado tienen que “agarrar la pala”. Por eso mismo, también adhirió al nuevo protocolo que reduce los plazos de aislamiento para aquellos que puedan tener Covid. Todo para el mercado. Larreta también sigue con su lógica de alianzas: incorporó a más dirigentes radicales en su gabinete. La que más polémica trajo fue la incorporación del “Chapa” Retegui, en acuerdo con Martín Lousteau, como secretario de Deportes. Por dos motivos: por el pasado kirchnerista del entrenador de Hockey y porque ese lugar lo consideraba ya suyo el hijo del Coti Nosiglia.

La designación tiene lo suyo. Hace tiempo que Larreta viene sumando aliados a su gabinete de los más diversos sectores. Con la UCR porteña rosqueó para que tuvieran la secretaría de Deportes y el funcionario iba a ser Juan Nosiglia. Incluso se dice que ya tenía todo preparado para asumir: datos económicos, equipo, ideas de contrataciones. Pero la aparición de alguien con ese apellido hizo que Elisa Carrió comenzara a cuestionar a Larreta, un poco en público, un poco en privado. Así que todo cambió.

Con Martín Lousteau y con Emiliano Yacobitti, finalmente Larreta consensuó otro candidato, que terminó siendo el secretario de Deportes: Carlos "El Chapa" Retegui. Lousteau, de hecho, lo consideró una opción superadora de Nosiglia. "Ponerlo en ese cargo a Retegui nos permite ampliar el espacio, jerarquizar el lugar -vuelve a ser una secretaría- y tener más espacios para Evolución", me dijeron desde la UCR porteña. Y en la gestión PRO se apresuraron a decir que Nosiglia iba a estar, pero en otro lado.

Esto seguramente no alcanzó para que el ex legislador no se enojara: después de todo ya estaba prácticamente en el cargo, cuando le anunciaron que sería para otro. Y si bien hay promesas de encontrarle un lugar, lo cierto es que hoy nadie sabe cuál será. Y todo, pese a que lo nieguen, por un veto de Carrió.

Retegui tiene una amplia carrera como director técnico de la selección argentina de hockey sobre césped tanto femenino como masculino y llega con una historia de medallas de oro olímpicas. También tiene una trayectoria política, en el espacio opuesto al de Larreta (alguna vez dijo sobre Cristina Fernández de Kirchner: "La quiero. En las veces que tuve la oportunidad de estar con ella, sentí que quería hacer lo mejor para los argentinos. Es una persona que admiro"). Dentro de la alianza opositora, ya empezaron los reproches por sumar a alguien que viene de ser concejal por el kirchnerismo en San Fernando entre 2015 y 2019 de la mano de Aníbal Fernández, con quien tiene una relación personal. Los halcones hacían gestos de asco ante la decisión de Larreta.

Sobre ese cambio de sector político, Retegui dijo en su asunción: “No es blanco o negro la vida. Hay grises, matices. Tengo amigos en los dos lados y eso no quiere decir que uno con respeto, con transparencia, con sinceridad no pueda colaborar o ayudar. En el gobierno nacional tengo muchos amigos y también en el gobierno de la Ciudad". Seguramente lo escucharán los que lincharon en las redes a la legisladora bonaerense Natalia Sánchez Jáuregui, por cambiar de espacio político en la dirección contraria. ¿O solo valen los garrochazos que dirección al PRO?

La incorporación de Retegui se suma a otras que está haciendo Larreta para apuntalar la alianza porteña con los radicales camino a 2023. El exlegislador porteño Hernán Rossi llegará pronto al gabinete de José Luis Giusti, en Desarrollo Económico, mientras que la exlegisladora Inés Gorbea -cercana a Lousteau- llegará a la secretaría de Ambiente. Y dicen que, para Nosiglia, pese al enojo de estos días, igual habrá algún lugar, aunque nadie sabía bien todavía cuál será.

De todas formas, su llegada quedó opacada por lo que dijo Larreta en su presentación en sociedad. El jefe de Gobierno fue contra una medida del Gobierno nacional, que implicaba bajar el consumo eléctrico en los dos días de mayor calor de la ola de la semana pasada: posibilitaron que los empleados públicos se quedaron trabajando desde sus casas. “En CABA se trabaja”, fue la respuesta del jefe de Gabinete, Felipe Miguel. Larreta argumentó que “a la gran mayoría los tenemos abocados al cuidado de la pandemia. No podemos hacer que no vayan a trabajar”.

En realidad, el decreto nacional decía que solo harían homeoffice aquellos que pudieran realizar sus tareas desde sus casas (que no equivale a no trabajar, sino a trabajar remoto). Testear obviamente no es una tarea remota. Lo que indica, desde el sentido común, que Larreta podría haber dispuesto lo mismo para aquellos que no tuvieran tareas de este tipo. Pero no lo hizo. La razón, por supuesto, fue diferenciarse del Gobierno nacional.

Camino a las elecciones de 2023, cualquier tema parece ser bueno para generar polarización. Lo fue la política hacia la pandemia en 2020, las vacunas, las escuelas, y también el Presupuesto, el pacto fiscal y hasta una reunión para hablar de la situación con el FMI. En todos los casos, Larreta encontró la forma de diferenciarse. Ahora, diferenciarse por una ola de calor ya es una novedad que bordea el ridículo. Hace poco, la revista Barcelona hizo el chiste de que iban a convocar a un “Camperazo” contra el calor desde el PRO. Larreta hizo su aporte a la consigna “así no hay Barcelona que aguante”.

Lo hizo en una semana con grandes cortes de luz, como el de Edenor que dejaron a 700 mil usuarios sin energía. Tampoco Larreta ofreció una alternativa. Desde el PRO, lo único que repiten es que hay que subir las tarifas. Y mucho. Pero eso no evitó que en el gobierno de Mauricio Macri tuviéramos uno de los apagones del país más grandes de la historia.

Por supuesto, que el hecho de buscar conflicto con la ola de calor hizo que lo atendiera la vocera presidencial Gabriela Cerruti quien, ante la negativa de Larreta, planteó: "Esperamos que el Gobierno de la Ciudad se haga cargo de la responsabilidad del suministro de energía en CABA y apelamos a la solidaridad para que no sea parte de la grieta". Cerruti remarcó que en temas como el calor y el uso responsable de la energía no debería haber conflictos, sino que "todas las fuerzas políticas deberían colaborar". Son todas cuestiones obvias, pero que en este país, no parecen serlo tanto.

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