PANDEMIA

Gastronómicos en alerta por la cantidad de contagios entre su personal

En los últimos días se registraron cierre de locales y restricciones en los horarios por contagios en el 25% del personal.


Ante el avance de la variante Ómicron y el número récord de contagios, la gastronomía sufre los coletazos de la tercera ola de coronavirus. Los comerciantes advierten que, de extenderse la escalada de casos positivos, se frenaría la ansiada reactivación del sector.
 
La gastronomía fue uno de los rubros más golpeados por la pandemia, muchos se ilusionaron con sacarle el jugo al verano, tras la flexibilización de las restricciones. Pero en plena temporada, restaurantes y bares se ven obligados a reducir los horarios de atención, restringir el espacio en sus salones y hasta cerrar sus puertas temporalmente por la falta de personal, que se encuentra aislado debido a contactos estrechos o con Covid-19.
 
El 25% de los trabajadores que emplea el rubro se encuentra fuera de actividad, según datos de la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (Fehgra), que, a través de sus filiales en todo el país, agrupa a más de 50.000 establecimientos.
 
Los centros turísticos son las plazas más afectadas, especialmente la Costa Atlántica y Mar del Plata.
 
En la Ciudad de Buenos Aires varias cadenas gastronómicas debieron tomar medidas al respecto. Café Martínez está funcionando con un 16% menos de su dotación. Llegó a tener un 25% inactivo. La baja implica alrededor de 40 empleados. La semana pasada, dos de sus locales funcionaron a medio turno: el de Talcahuano 948 y el de Avenida de Mayo y Chacabuco.
 
"El panorama es desparejo y dinámico, cambia hora a hora. Trabajamos como podemos. Tenemos problemas con los proveedores logísticos. El Gobierno tiene que habilitar que los comercios podamos hacer los testeos. Necesitamos kits gratuitos para hacer las pruebas nosotros", sostiene al Cronista Marcelo Salas, socio gerente de la empresa de café.
 
Desde una de las principales cadenas de comida rápida, admiten que están al borde de cerrar locales temporalmente, por un 20% menos de plantel operativo. "Estamos muy apretados, tratando de sostener el horario de atención. Desde el punto de vista económico, también es un problema, ya que debemos pagar la ausencia laboral de los casos positivos y de los contactos estrechos, y las horas extras de quienes los están cubriendo", aseguran.
 
"El escenario es complicado, entre la menor cantidad de turnos y los extras para compensar las bajas. Tuvimos que cerrar Lado V y el centro de producción momentáneamente. Sans tiene cerrados el primer piso y la terraza. Achicamos las cartas porque no tenemos otra opción. Cada día es peor", dice a el Cronista el empresario gastronómico Santiago Olivera, propietario de Lado V y Sans ubicados en Palermo.
 
Según Grupo Gestión, se triplicó la búsqueda de staff temporal. Sin embargo, cubrir los faltantes que surgen abruptamente es una situación delicada. "No es fácil encontrar reemplazos rápidamente. Se dificulta contratar empleados de forma temporal porque el mercado laboral está reducido por la cantidad de gente contagiada. Además, hay puestos que son más sensibles que otros. No es lo mismo si se enferma un cocinero que un bachero", analiza Gustavo Fernández Capiet, secretario de Fehgra.
 
No obstante, remarca la diferencia entre la actualidad y el momento más crítico de la cuarentena. "Estamos lejos de esa situación. El problema es la mochila de la deuda que arrastramos. Un empresario me comentó que por el cierre de su local perdió $ 400.000 por día. El interrogante es si esta situación se sostendrá o empezará a ceder. Es incierto cuándo se normalizará", concluye Fernández Capiet.


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