- Comunas
- 27.01.2022
COMUNA 15
Vecinos del Parque Agronomía buscan crear un plan de manejo
Frente a las restricciones que impuso la UBA durante la pandemia sobre el uso público del Parque de la Agronomía, los vecinos y vecinas proponen un plan de manejo conjunto del predio.
El Parque de la Agronomía pasó un año y medio cerrado, hasta que finalmente la Universidad de Buenos Aires (UBA) decidió abrirlo un sábado a fines de agosto, luego de la presión ejercida por vecinos y vecinas.
Tras una larga lucha, el barrio de Agronomía recuperó su parque, aunque solo los fines de semana y en cada vez menos espacios. Así lo dispuso la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (FAUBA), que administra el predio que la rodea, con entrada por la avenida San Martín 4453 y, del otro lado, por la avenida de los Constituyentes 3474. El cierre fue al principio de la cuarentena, a tono con las medidas de aislamiento, pero siguió incluso cuando el resto de los espacios públicos al aire libre ya se habían habilitado.
“Sufrí mucho la ausencia de la Agronomía en la pandemia. Es casi indispensable para la salud de muchos barrios: nos da felicidad, descanso, armonía. Por eso creo que les vecines necesitamos ser parte y cuidarlo”, destaca al periódico Vínculos Vecinales Analía Morini, que vive a unas cuadras. El parque reabrió, pero solo admite el ingreso de público los sábados y domingos de 7 a 20.30 horas.
Los vecinos y vecinas piden a la FAUBA poder entrar durante la semana y en más áreas, para cortar camino o disfrutar del parque más tiempo y sin riesgo de aglomeraciones. Las autoridades de la facultad dicen que no tienen planeado realizar ningún cambio de días, horarios ni sectores. Por el contrario, ordenaron colocar portones para evitar la circulación por dos caminos paralelos a las vías del ferrocarril Urquiza, que atraviesa todo el parque de este a oeste. Uno es el de Granados, que desemboca en la calle Gutenberg, y el otro es el de Las Tipas, que lleva casi hasta la estación Arata.
Este predio supo ser el Parque Central de Buenos Aires, un espacio verde incluido en los Planos Maestros de la Ciudad en 1887 y formalizado en 1890 por el primer intendente porteño, Torcuato de Alvear. En 1963, el Gobierno nacional le dio el título de propiedad a la UBA. Sin embargo, el decreto no deja en claro si se incluyó sólo los edificios o también las 60 hectáreas de terreno.
“Más allá de que la universidad sea propietaria del lote, este está catalogado como Urbanización Parque en el Código Urbanístico de la Ciudad, por lo tanto es de uso público”, explica la comunera por el Frente de Todos Nancy Bolaño. Martín Garcilazo (Vamos Juntos), presidente de la Junta Comunal 15, remarca por su parte que “el tema excede a los jefes comunales. Entiendo el enojo de los vecinos, pero no podemos intervenir porque desde la UBA no están cometiendo ningún ilícito”. Ambos coinciden en que falta voluntad política para abordar el problema.
Mientras tanto, desde el Gobierno porteño argumentan que carecen de injerencia directa sobre el predio porque es un parque de la UBA. “No nos reciben ni las autoridades de la FAUBA ni las de Veterinaria, que está en el mismo predio. Además de los portones, en los últimos años la entrada de Tinogasta y Zamudio se anuló y se colocaron más alambrados”, subraya a Vínculos Vecinales Rodrigo García, miembro de Agronomía Abierta, movimiento vecinal que impulsó la lucha por la reapertura y ahora propone un plan de manejo conjunto del predio.
Desde Agronomía Abierta explican que en ese plan deberían participar todos los actores con niveles de responsabilidad: la UBA, la Comuna 15, Trenes Argentinos y el Gobierno de la Ciudad, tal como fija el Plan Urbano Ambiental (PUA), la ley marco a la que tiene que ajustarse la normativa urbanística y las obras públicas porteñas, y que está en proceso de rediseño.
El organismo que sigue y actualiza el PUA es el Consejo del Plan Urbano Ambiental (CoPUA), al que el Consejo Consultivo de la Comuna 15 le pidió que se tuviera en cuenta en ese rediseño al predio de Agronomía, con una mirada que incluyera las necesidades barriales.
“En 2022 vamos a replantear el tema en Defensoría del Pueblo de la Ciudad y ver cómo seguimos en otras instancias, porque si bien el parque se abre en algunos horarios, resulta lesivo para el uso de los vecinos que se siga alambrando”, remarca Oscar Zuazo, coordinador de la Comisión de Ambiente y Espacio Público del Consejo Consultivo 15.
El reclamo vecinal también llegó a la Legislatura, cuando en mayo pasado se aprobó un proyecto de declaración para que las autoridades de la Ciudad y de la UBA coordinen esfuerzos para admitir el ingreso a todo público, impulsado por la diputada Laura Velasco (Frente de Todos). “Vamos a trabajar en un texto en 2022 para que se considere la propuesta de cogestión de les vecines”, anuncia la legisladora.
COMENTARIOS