Denuncian ataque homoodiante en Punta Carrasco: “No me quiero quedar callado”

Una vez se produce un ataque homoodiante en la Ciudad de Buenos Aires. Esta vez, la víctima decidió contar lo sucedido y denunciar la violencia sistemática que sufre el colectivo LGBTQ+. “Ésta no es la primera vez que recibo un ataque homoodiante, Pero ahora no me quiero quedar callado”, sentenció el joven.
 
Según consignó la agencia de noticias Anred, el lunes en un boliche en Punta Carrasco, Daniel Callejas fue atacado tras ser expulsado del lugar sin motivos. “Dos personas de seguridad del boliche me sacan violentamente del vip agarrándome de las muñecas mientras les pedía que me soltaran, que podía caminar solo. En ningún momento me invitaron a salir ni me dieron un motivo por el cual me estuvieran expulsando del boliche”, comienza a relatar.
 
Y agrega: “Simplemente algunos clientes se habían quejado por la forma en la que yo bailaba. No conformes con sacarme hasta el lugar dónde estaban los autos, me sacan a la calle exponiéndome”. Allí, dos hombres comienzan a gritarle: “¡Puto de mierda, te vamos a matar!”.
 
“Yo pensé que iban a matarme porque comenzaron a pegarme tan fuerte en la cara que quedé inconsciente y no sé qué más pasó. Cuando me desperté estaba entre los autos tirado en el piso. Me di cuenta que estaba ensangrentado y caminé hacia donde estaban las personas de seguridad. Les pedí ayuda y asistencia médica. No lo hicieron, tampoco llamaron a la ambulancia, me ignoraron y me trataron de loco. ¡Nadie hizo nada!”, denunció.
 
Por suerte una mujer se acercó a brindarle ayuda. “Me pregunta que me había pasado y gracias a ella logro ubicar a una amiga que estaba adentro del boliche y me llevan al hospital para que me suturen la cara”, explicó.
 
Sobre los hechos, el joven advirtió: “La violencia que vivimos las personas de la comunidad LGTB es sistémica porque esta en todos lados. Ésta no es la primera vez que recibo un ataque homoodiante. Me pasó hace un año y medio junto a mi ex novio con la diferencia que en ese momento no lo denuncié. Pero ahora no me quiero quedar callado”.