MEMORIA

Un libro y un documental con memoria disidente: por qué se habla de 30.400 desaparecides

En el marco del juicio que juzga por primera vez crímenes de lesa humanidad contra la comunidad travesti y trans, el activismo LGBT+ reitera la denuncia de los secuestros y torturas a personas por su identidad de género. Un documental y un libro se ahondan en esta violencia sistemática.



El juez federal de La Plata Ernesto Kreplak procesó a decena de civiles, militares y policías retirados por por perseguir, secuestrar, torturar y abusar de personas travestis y trans en la última dictadura cívico militar, que comenzó el 24 de marzo de 1976. La decisión se da tras años de lucha de la comunidad LGBT+ para instalar la cifra simólica de 30.400 desaparecides, un número que exige Memoria, Verdad y Justicia.
 
La primera vez que se habló del tema fue en 1987, cuando de Carlos Jáuregui publica su libro “La homosexualidad en Argentina”, según consignó la agencia Presentes. Años después, el autor declaró: “Nuestra comunidad, como toda minoría en tiempos dictatoriales, fue víctima privilegiada del régimen”.
 
“El fallecido rabino Marshal Meyer, miembro integrante de la CONADEP (Comisión Nacional para la Desaparición de Personas), creada durante el gobierno radical, expresó en 1985 a quien esto firma, que la Comisión había detectado en su nómina de diez mil personas denunciadas como desaparecidas, a cuatrocientos homosexuales”, agregó. Dentro de esta denominación de “homosexuales” se incluía, en esa época, a lesbianas, travestis y trans.
 
“No habían desaparecido por esa condición, pero el tratamiento recibido, afirmaba el rabino, había sido especialmente sádico y violento, como el de los detenidos judíos”, aclaró Jáuregui.
 
La agencia Presentes entrevistó a Ivanna Aguilera, una sobreviviente trans secuestrada a los 13 años en mayo de 1976 en Rosario. Aguilera relató: “Nos llevaron al Batallón 121 (ahí funcionó un centro clandestino de detención), donde fui apaleada, abusada sexualmente en grupo, picaneada en mi genitalidad y quebrada. Todo era acompañado con insultos sobre mi identidad: maricón, puto, degenerado, ustedes son una enfermedad, hay que matarlos de chiquitos”.
 
Ivanna cuenta que estuvo 72 horas secuestrada con sus compañeras. “Nos tiraron en un descampado a todas. Pero después una no sobrevivió”, dice. Más tarde, Ivanna sería detenida reiteradas veces.
 
Un libro
 
Cristián Prieto es el autor de “Fichados, crónicas de amores clandestinos”, un libro que nace de una investigación sobre los cuatro millones de documentos que guardan los archivos de la ex División de Inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires (DIPPBA), que funcionó entre 1957 y 1998. “Desde 2012 comencé un trabajo, en principio como inquietud personal, de buscar dentro de estos archivos palabras clave sobre persecución a la disidencia sexual en el periodo de la dictadura”, contó a SOY Prieto.
 
En diálogo con Página 12, Pietro contó: “Hay muy escaso material, en el periodo de dictadura, de registro de las detenciones que se hacían a las maricas. Esto lleva a pensar que esas detenciones se hacían lo mismo, pero no había registro porque en ese momento parecía importar más dejar fichado si la persona detenida era un montonero, un miembro del ERP o de cualquier otra militancia política”.
 
“Según los registros de DIPPBA, en cuanto a la persecución concretamente en la última dictadura, no podemos dar cuenta de algo sistemático”, explica y agrega: “Sí en todo el período de los archivos podemos comprobar que más allá que no se tuvieran carpetas con una edición específica de amorales, el trabajo se hacía ‘de hecho’”.
 
“Por ejemplo, se perseguía a una persona por razones políticas y de repente esa persona era amanerada o no se juntaba con personas del sexo opuesto: entonces se sumaba a la ficha que era homosexual o amoral sexual, lo que constituía un delito”, concluyó.
 
 
Un documental
 
Daniel Tortosa es el director de la película Los Maricones (2016), un documental que muestra los testimonios de distintes sobrevivientes a detenciones en el Departamento de Informaciones (D2) de Córdoba en dictadura y en democracia, empezando por su propio relato.
 
Tortosa fue secuestrado en el año 1980 junto a un amigo alrededor de las 7 de la tarde en la calle, en un lugar de encuentro para los homosexuales. "Apenas entramos nos hicieron poner para abajo y nos hacen sentar en un banco y nos vendaron. Eso me dio mucha impresión porque la venda había sido usada. Tenía como transpiración, estaba húmeda, era espantoso", describe Tortosa al inicio del documental.
 
A continuación se suceden las historias de Nadiha, Eugenio, Vanessa, Agostina, Marcia y Romina. El documental se puede ver aquí.



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