- Sociedad
- 06.04.2022
ALIMENTACIÓN ESCOLAR
Denuncian que el Gobierno porteño entrega alimentos de mala calidad nutricional en las escuelas
El Gobierno de la Ciudad invierte $37 por cada estudiante en desayuno, pero para sus funcionarios gasta $710 diarios. Los datos fueron revelados por la ONG Observatorio del Derecho a la Ciudad.
Primero quitaron el pan de los almuerzos, argumentando que no alimentaba; más tarde vetaron los postres y los reemplazaron por una fruta, que muchas veces no alcanza para todos los niños y niñas o directamente llegan podridas; al tiempo decidieron recortar los productos lácteos en las infusiones; luego reemplazaron la carne picada del pastel de papas por lentejas. Desde hace años, el Ministerio de Educación porteño, viene presentando cada una de estas iniciativas alimenticias como programas de comida saludable para las y los estudiantes. Lo cierto es que se esconde un fuerte ajuste en las viandas escolares.
Lo cierto es que los chicos y chicas que concurren a las escuelas de la Ciudad ingieren alimentos ultraprocesados dulces, bajo la forma de galletitas, vainillas, madalenas, y barritas de cereales, un mix repleto de aditivos y conservantes. Para tomar las opciones son mate cocido o té con leche.
Desde 2018, el Gobierno de la Ciudad viene eliminando del menú diario de los estudiantes de escuelas públicas varios alimentos, bajo el pretexto de mejorar la calidad de vida de todos las y los alumnos. El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta implementó el programa “Mi Escuela Saludable”. En aquella oportunidad, la ministra Soledad Acuña exponía sobre las bondades “del nuevo menú escolar ‘Chau paneras’ para todas las escuelas primarias y secundarias de la Ciudad, que incluye más frutas y verduras, y menos pan y pastas”. El propio Jefe de Gobierno, argumentó en aquel momento que: “El plan de alimentación en las escuelas es parte del proceso de aprendizaje”.
En las últimas horas se conoció un informe realizado por la ONG Observatorio del Derecho a la Ciudad, que preside el abogado Jonatan Baldiviezo, donde destaca el dinero que destina el ejecutivo local para el desayuno de los estudiantes y el que gasta en sus funcionarios de Gobierno.
Jugo de naranja exprimido, tostadas de pan lactal de salvado, con queso untable de primera marca, mermeladas de frutilla o durazno, variedad de sabores de té, media manzana. “Así van a empezar el día los funcionarios que vayan a los eventos y reuniones que organice la Secretaría de Transformación Cultural del GCBA según la Licitación Pública N° 2051-0407-LPU22”, comienza el documento. El monto destinado para estos eventos es de 6,5 millones de pesos.
Esto ocurre mientras “más de 240 mil estudiantes comienzan el día con un mate cocido y una madalena, una vainilla o una barrita de cereal de tercera marca llena de azúcar. Para los funcionarios, desayunos saludables de $710; para les estudiantes, desayunos de $37”, detalla el informe. Así está estipulado en el Anexo A del desayuno general de las y los estudiantes para el año 2022.
Desde el Observatorio, señalan a Tiempo Argentino que “el Gobierno de la Ciudad pretende continuar por cuatro años más con este servicio de comedor para los estudiantes y convocó a una licitación pública que está armada para que ganen las mismas 19 empresas que lucran con la salud de nuestros hijos e hijas desde hace años. Empresas que prestan un pésimo servicio y que sólo este año, se van a llevar 12 mil millones de pesos”.
Lamerich SRL es una de las firmas habilitadas para competir por el contrato multimillonario. Se trata de la compañía que, durante la única semana presencial del ciclo lectivo 2020, intoxicó a más de 100 alumnos de seis escuelas (Primaria 14 e Infantil JII del DE 7, la Normal Superior 4, la Primaria 5 del DE 2 y las primarias 20 y 24 del DE 19).
Sólo en los últimos diez años la compañía en cuestión acumuló una docena de multas por distribuir comestibles en mal estado, entregar productos carentes de higiene y con la cadena de frío interrumpida y operar con vehículos desprovistos de todo cuidado sanitario, entre otras irregularidades probadas.
Baldiviezo expresó que “Cada vez se eliminan más productos de los alimentos en las escuelas. Y lo que dicen que es pescado no es”. Desde el Observatorio aclaran que no hay ningún tipo de control sobre la calidad de los alimentos en las escuelas de la Ciudad. Además, piden por un acceso universal y por la eliminación de tantos trámites para el acceso a una beca.
Sólo para participar de la licitación, cada empresa debe abonar por anticipado 795.000 pesos. Este importe, aclaran desde el Gobierno de la Ciudad, no será devuelto a los adquirentes en ningún caso, “aun cuando por cualquier causa se dejará sin efecto la licitación o se rechazaran todas las ofertas”. "El abultado valor del pliego y su no devolución funcionan, en los hechos, como disuasorio para cualquier cooperativa o pyme que quiera participar de la convocatoria y reduce a un puñado, las empresas aptas para resultar ganadoras”, señala en el informe del Observatorio del Derecho a la Ciudad.
“Sólo el 35 por ciento del monto corresponde, por así decirlo, al alimento. O sea que de los 37,44 pesos el 65 por ciento es pago de logística, envasado y otras cuestiones. Y en el proceso de licitación, al igual que en años anteriores, se oculta cuánto ganarán las empresas al margen del presupuesto oficial”, explica Baldiviezo.
Además, señala que las compañías que obtienen la prestación de estos servicios suelen incumplir las condiciones establecidas en los pliegos. “Las raciones o viandas que llegan a los comedores escolares siempre incluyen menos gramos de los establecidos o, en todo caso, se hace entrega de comida de mala calidad. Los comestibles llegan pre cocidos a las escuelas. Se los calienta y ya. Antes todo se cocinaba en los establecimientos”, asegura Baldiviezo.
Por último destacan que frente a esta situación, la comunidad educativa se viene organizando para “rediscutir y modificar el sistema de alimentación en las escuelas de la Ciudad” y es por eso que se lanzó la “Campaña por una alimentación de calidad y gratuita para todxs, con la participación de la comunidad educativa”. Se están juntando firmas en: https://www.change.org/alimentaciónescolar
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