Una recusación en la causa Beara revela la relación de jueces con Juntos por el Cambio

El derrumbe del boliche Beara no tuvo consecuencias políticas ni judiciales para los funcionarios políticos involucrados. El Tribunal Oral Criminal 7 condenó a tres años de prisión condicional y a cinco años de inhabilitación para ejercer el comercio a los dueños del boliche Beara, donde murieron Ariana Lizarraga (de 21 años) y Leticia Provedo (20). Ninguno cumple prisión efectiva. Pero, además, fueron absueltos todos y cada uno de los funcionarios porteños que tendrían que haber controlado la habilitación del boliche y los agentes de la Policía Federal que estaban acusados de haber recibido coimas.

Ahora, se revelaron más irregularidades dentro del proceso judicial. El padre de una de las jóvenes fallecidas, Alberto Provedo, decidió recusar a uno de los jueces del Tribunal, el magistrado Alejandro Nocetti Achával, por estar relacionado con Juntos por el Cambio. La respuesta judicial es insólita:  el hombre debió haber investigado los supuestos vínculos del magistrado con el macrismo antes del juicio oral, porque la información estaba “colgada” en internet.

Según consignó Tiempo Argentino, el papá de Leticia había presentado la recusación después de que el tribunal emitiera el fallo que absolvió a todos los funcionarios del gobierno de la Ciudad que llegaron al juicio acusados por presunto incumplimiento de los deberes de funcionario público y cohecho.

En su recusación, fundamentó que Nocetti Achával tiene vínculos familiares, sociales e incluso judiciales con Juntos por el Cambio: parientes políticos que ocupan cargos públicos y aspiran a otros, una hermana denostando a la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, y un ex secretario judicial que terminó siendo uno de los arietes de la Mesa Judicial de Cambiemos.

El juez en cuestión no negó los vínculos, pero rechazó la recusación (al igual que lo hicieron los dos jueces del tribunal, Gabriel Vega y Gustavo Alterini)  con el argumento de que “esa información es correcta, pero no lo es la interpretación que de ella extrae el querellante”. Además, indicó que la presentación fue extemporánea (fuera de los tiempos procesales) ya que se presentó una vez terminado el juicio.

Pero el argumentó más insólito fue que se rechaza porque “en el caso de las cuestiones ventiladas en las redes sociales bastaba con su acceso a ella mientras que con relación a aquéllas relacionadas con su actividad jurisdiccional las podían consultar en las páginas oficiales del Poder Judicial de la Nación y el Boletín Oficial de la República Argentina”. 

Así, los jueces determinan que un padre que busca justicia por su hija muerta sea el que debe ocuparse de investigar quiénes son los jueces que entenderán en su caso y procurar él mismo un mecanismo para asegurarse que se trata de un magistrado indubitablemente imparcial.

“El desconocimiento de esa información o su olvido en hacer las indagaciones necesarias para impugnar la intervención del mencionado magistrado en el tiempo oportuno no puede servir para convalidar una supuesta ‘causal sobreviniente’ porque, en tal caso, lo que sobrevino fue el conocimiento de esa información por esa parte y no la causal propiamente dicha. Pues esa información hacía mucho tiempo que se encontraba ‘colgada’ en los sitios de acceso irrestricto al público”, sostiene el fallo.

Provedo se fundó por ejemplo en el caso de la hermana del juez, Florencia Nocetti Achával, que en sus “redes demuestra todo su apoyo a los genocidas y la junta militar, compartiendo fotos, videos y hasta posteos de (Carlos) Pampillón, sindicado como uno de los responsables del avance neonazi en Mar del Plata a través del grupo Bandera Negra. Sube videos donde asegura que los Kirchner eran guerrilleros y anima a los niños a que le pregunten el 24 de marzo a sus maestros por ‘la historia completa’. También comparte posteos en contra de CFK, donde se lee una animosidad manifiesta en contra de la ex presidenta con frases como: ‘la historia juzgará al 2015 como el año en el que los argentinos volvimos a perder el miedo y empezamos a condenar la corrupción, la inoperancia y la falta de gestión. El año en el que le arrebatamos democráticamente el Estado a una asociación ilícita, al crimen organizado, a un grupo de señores feudales, ladrones, corruptos y asesinos. La historia juzgará esta época como el momento en el que recuperamos la democracia y la república. Y vos, Cristina, serás recordada como el mayor obstáculo que tuvimos para lograrlo. Como la Presidenta más corrupta, ladrona y mentirosa que tuvo este país”.