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- 29.03.2023
MEDIO AMBIENTE
El Jardín Botánico fue declarado como el primer refugio climático de la Ciudad
El Jardín Botánico Carlos Thays fue seleccionado como el primer refugio climático de la Ciudad de Buenos Aires. El reconocimiento fue entregado por la Agencia de Protección Ambiental, de la Secretaría de Ambiente porteña.
El Jardín Botánico Carlos Thays, situado en el barrio de Palermo, fue seleccionado como el primer refugio climático de la Ciudad de Buenos Aires. Esta distinción se debe a que, tanto en su interior como en sus veredas, tiene en promedio 4.8 ºC menos que las temperaturas registradas en sus alrededores. El reconocimiento fue entregado por la Agencia de Protección Ambiental, perteneciente a la Secretaría de Ambiente porteña.
El Jardín, inaugurado en 1898, constituye un espacio verde de 7 hectáreas, con más de 6 mil especies de árboles y plantas autóctonas. Por este motivo, ofrece condiciones ambientales confortables y frescas que permiten protección durante los eventos de temperaturas extremas, que serán más frecuentes debido al cambio climático.
“Es importante contar con lugares que posibiliten mitigar el impacto del clima. El Jardín, por su biodiversidad, ofrece las condiciones necesarias para que los ciudadanos puedan tener un alivio ante las altas temperaturas”, explicó Inés Gorbea, secretaria de Ambiente de la Ciudad.
En los últimos 60 años, la Ciudad de Buenos Aires registró un aumento de la frecuencia y duración de eventos climáticos extremos, como por ejemplo las olas de calor que, según lo establecido por el Servicio Meteorológico Nacional, se presentan cuando la temperatura mínima supera los 22°C y la máxima los 32.3°C, al menos por tres días seguidos.
Durante la temporada estival 2022-2023, entre los meses de noviembre y marzo, se vivieron en Argentina diez olas de calor. En tanto, en la Ciudad de Buenos Aires se experimentaron cinco y el verano más cálido desde que se tienen registros.
Las olas de calor representan un riesgo para la salud, debido a que frente a temperaturas extremas el cuerpo tiene que esforzarse para mantener su temperatura interna. Esto puede traer, como consecuencia, mareos, deshidratación, desmayos, o agotamiento. Las personas mayores, niños/as, embarazadas y la población con enfermedades preexistentes son más vulnerables a sufrir estos efectos.
Los refugios climáticos son espacios que le brindan a la población un lugar confortable y fresco durante eventos de temperaturas muy altas. Pueden ser sitios cerrados como escuelas, bibliotecas o centros comunitarios o también abiertos como parques y plazas.
El Jardín Botánico representa una excelente opción de refugio debido a que registra menos temperatura que la informada por las Estaciones Meteorológicas del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) en otros puntos de la Ciudad.
“Las olas de calor sufridas este verano nos hacen valorar aún más el efecto de la naturaleza en la Ciudad. La proporción de sombra natural que nos ofrece el Jardín Botánico y el impacto en la temperatura es importante que sea difundido y reconocido como refugio para la ciudadanía frente al calor extremo”, señaló el subsecretario de Políticas de Infraestructura Verde Urbana y Desarrollo Sostenible, Ariel Álvarez Palma.
El Jardín Botánico cuenta con una Estación Meteorológica propia, que lleva registros diarios de temperatura, humedad y precipitaciones.
El Jardín Botánico “Carlos Thays” es un espacio verde con 7 hectáreas y 1580 especies vegetales, donde se puede encontrar naturaleza, arte, educación e historia. Tiene entre sus misiones y funciones la conservación de biodiversidad y la educación ambiental en todo el nivel escolar, terciario y universitario. A esos fines, conserva una importante colección viva de ejemplares arbóreos con aproximadamente 5 hectáreas destinadas a la flora argentina y unas 2 hectáreas con especies de los bosques templados de los cinco continentes.
Fue declarado Monumento Nacional por su carácter cultural y natural en 1996 y representa un reservorio natural de enorme importancia por su localización plenamente urbana. Sus equipos de trabajo desarrollan tareas de capacitación docente, de investigación aplicada en flora, de gestión ambiental y, específicamente, de conservación de la biodiversidad. Entre los ejemplares vegetales que conforman sus colecciones vivas hay algunos que son únicos en la Ciudad y, en ciertos casos, únicos en el país.
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