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El caso de la "Escuela de Yoga de Buenos Aires" llega a juicio: hay 17 imputados

El juez Ariel Lijo imputo a los acusados por "haber formado parte de una organización delictiva con rasgos de secta de naturaleza espiritual". Así se juzgarpá a la secta que abusaba de niños.

Con un escrito de 400 hojas, el juez federal Ariel Lijo elevó a juicio oral la causa en la que se investiga a la denominada Escuela de Yoga de Buenos Aires, que operaba en el barrio porteño de Villa Crespo. Hay 17 personas procesadas por los delitos de asociación ilícita, trata de personas con fines de explotación sexual y lavado de activos.
 
Según consignó la agencia Télam, se dispuso la clausura parcial de la investigación, tras el pedido del fiscal federal Carlos Stornelli y la fiscal federal de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex), Alejandra Mangano, rechazando los pedidos de sobreseimiento y las nulidades planteadas por las defensas
 
Al momento de elevar el juicio, los imputados fueron acusados de "haber formado parte de una organización delictiva con rasgos de secta de naturaleza espiritual". Y se apuntó que "captaba personas mediante engaños o aprovechamiento de su situación de vulnerabilidad, con el único objetivo de explotar a sus miembros y obtener un beneficio económico".
 
Además, son señalados por "construir un culto alrededor de su líder y promover una estructura ilegal de negocios en la República Argentina y en los Estados Unidos de América, que permitiera otorgar apariencia lícita a los fondos obtenidos como producto de sus actividades, con el único fin de enriquecerse y obtener influencias y/o coberturas para sus líderes".
 
La organización contaba con la que participación de aproximadamente 179 alumnos, repartidos entre sus diversas sedes ubicadas principalmente en la Ciudad de Buenos Aires, y en las ciudades de Las Vegas, Chicago y Nueva York, a quienes se le otorgaba un rango, según consingó Infonews.
 
La organización, formada bajo una fachada filosófica del yoga, se organizaba verticalmente en jerarquías, en las que cada número tenía un significado: 4) "el ser humano filosóficamente equilibrado"; 5) "el genio"; 6) "el santo" y 7) "el ángel".
 
El líder era Juan Percowicz, a quien llamaban "el ángel", "maestro" o "papi", y sobre quien los testigos que declararon en la causa dijeron "llegaba Juan al edificio y era como si llegara el mismísimo Dios, todos acudían a él, había abrazos, besos, toqueteos", según surge de la causa judicial.
 
Durante la investigación se realizaron varios allanamientos y se secuestraron más de un millón de dólares en domicilios vinculados a los tres líderes de la organización: Juan Percowicz, Marcela Sorkin y Susana Barneix, un monto que no pueden justificar de acuerdo con el patrimonio y la actividad declarada ante la AFIP.
 
En ese sentido, el escrito aseguró que se logró probar que los acusados "efectivamente formaban parte de una organización delictiva con rasgos de secta coercitiva".
 
También que "lograron montar una estructura económica basada principalmente en las ganancias obtenidas a partir de la explotación sexual de por lo menos siete alumnas, estructura que les permitía mantener sus abultados gastos, inversiones, compras y viajes".
 
Además, se verificó que la organización contaba, al menos, con tres ámbitos de captación y despersonalización de nuevos miembros: la "Clínica CMI Abasto", la empresa de coaching "BA Group" y las clases impartidas en el Café de la sede central.
 
La investigación se inició a raíz de la denuncia realizada por la Protex. en el marco de la Investigación Preliminar Nro. 3540/21, por el funcionamiento de una organización denominada Escuela de Yoga Buenos Aires (EYBA), fundada en la década de los 80 y que funcionaba en el barrio porteño de Villa Crespo, contando también con sedes en los Estados Unidos.


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