"Jorge Macri ya delinea su gobierno con la mirada puesta en la Legislatura", por Werner Pertot

La elección porteña terminó con un Jorge Macri arañando el 50 por ciento que le permitía no ir al ballotage. No obstante, no debió esperar mucho para ser consagrado jefe de Gobierno. Leandro Santoro, en una movida que pretende beneficiar a Sergio Massa, se bajó de la segunda vuelta. Ahora Jorge Macri debe enfrentar su primera tanda de problemas: el primero es cómo conformará un gabinete porteño que no deje heridos entre los distintos sectores de la extensa coalición política que Horacio Rodríguez Larreta le deja en herencia. El estallido del PRO y de Juntos por el Cambio no hace más que sumarle problemas a esa tarea. ¿Seguirá pivoteando entre Mauricio Macri y Larreta? Además, la conformación del gabinete tendrá relación directa con lo difícil que puede tenerla el flamante jefe de Gobierno en la Legislatura: allí puede perder el estratégico apoyo de los radicales, encabezados por Martín Lousteau.

Empecemos por Santoro. Su decisión, según explicaron en Unión por la Patria, buscó poner la estrategia por sobre los principios. Evaluaron que con el 49,6 por ciento de los votos la elección estaba terminada y lo único que iban a lograr es darle una victoria más resonante a Jorge Macri. Es exactamente lo opuesto a lo que eligió hacer Daniel Filmus, cuando debió ir a perder contra Macri en segunda vuelta en la Ciudad. No obstante, los contextos son muy distintos. Acá pesaba la realidad de que la elección porteña iba a ser el mismo día que la nacional, que enfrentará a Sergio Massa con Javier Milei.

Estimaron que, dado que Jorge Macri se encamina a apoyar a Milei (aunque por ahora dijo que no va a contar a quién votará), permitir el ballotage porteño iba a hacer que se volviera a movilizar el aparato del PRO, que le podía aportar más votos a Milei. Aunque, con la decisión de Mauricio Macri y Bullrich de subirse a la campaña de Milei, no está claro si esto no ocurrirá de todas formas. Pero Santoro no llegó a saber esto, porque tomó la decisión muy rápido. Ni siquiera esperó a que el escrutinio definitivo confirmara que había segunda vuelta.

Santoro llamó uno por uno a sus candidatos para comunicarles la decisión a la que llegó luego de conversaciones con dos figuras clave: la primera fue Massa y la segunda el armador de su candidatura, Juan Manuel Olmos. El documento en el que lo comunicó, firmado por todos los candidatos, lo hace explícito: "Consideramos que la estrategia correcta que nos demanda este momento histórico es concentrar nuestros esfuerzos en defender la democracia frente a la amenaza autoritaria, contribuyendo a que Sergio Massa gane en la Ciudad de Buenos Aires y sea electo Presidente de la Nación".

Así, Jorge Macri quedó velozmente confirmado como jefe de Gobierno electo (aunque lo terminará de ser cuando concluya el escrutinio definitivo). Estuvo reunido con su círculo más cercano ya analizando cómo será el futuro gabinete. En el encuentro estaban su jefe de prensa Gustavo Gago, su compañera de fórmula Clara Muzzio, los dirigentes Ezequiel Sabor y César “Tuta” Torres y Fernando De Andreis. A todos ellos, Macri los imagina en puestos en su gobierno de extrema confianza, aunque tal vez Andreis decline la invitación y siga cerca de Mauricio Macri.

Jorge Macri va a tener que hacer equilibrio entre muchos sectores que le esperan lugares en el gabinete. El primero es Mauricio Macri, que jugó fuerte para su primo y espera tener su tajada. Luego viene Larreta, que tenía acuerdos con Jorge Macri. Que son, no obstante, acuerdos previos al estallido del PRO. Habrá que ver, después de eso, cuantos de los ministros actuales continúan. También juegan ahí otras figuras como María Eugenia Vidal, Cristian Ritondo y Diego Santilli.

Otro que vendrá a pedir su pago por haber bajado su candidatura antes de las paso será Marido de Pampita (¿o ex?). Espera que Jorge Macri le entregue el Ministerio de Desarrollo Económico. Habrá que ver qué decide hacer el jefe de Gobierno.

Y sobre todo, los radicales. Jorge Macri tuvo una relación muy tirante durante toda la campaña con Lousteau y con la UCR. ¿Los integrará a su gabinete o los dejará afuera? Eso puede repercutir en cómo será la conformación de los bloques en la Legislatura.

Aunque todavía no era seguro, en principio Jorge Macri no tiene objeciones en que Emmanuel Ferrario siga al frente como vicepresidente primero del parlamento. Pero la conformación de los interbloques es endiablada.

El PRO solo tendrá 12 bancas nada más y el entente de aliados que incluye radicales, socialistas y Confianza pública tendrá otras 12. Si Jorge Macri no articula con inteligencia, puede perder esa mitad. Además, hay 9 del sector de Milei, con Ramiro Marra a la cabeza, con el que Jorge Macri viene tejiendo una relación cada vez más cercana. Y estarán los de Marido de Pampita y la Coalición Cívica. No será tan fácil las votaciones como en gestiones anteriores y, según que decisiones tomen, hasta el quórum puede verse comprometido.

Son los primeros problemas que deberá encarar Jorge Macri como jefe de Gobierno. Y esto recién empieza en la Ciudad.